Al derecho y al revés | El caos como política de Trump y Bibi
25/06/2025.- Merced a una conversación con una amiga del alma que se fue a Estados Unidos hace tanto tiempo como que en esos años el único venezolano que se ocupaba de la selva del Darién era el explorador Charles Brewer Carías. Amiga inteligentísima y profunda de visión, veo con mejor óptica el ataque de Trump a instalaciones nucleares de Irán y uno este hecho a la idiotez del secretario de Defensa cuando en un gesto fuera de toda lógica le pide a China que frene a Irán cuando la nación persa anuncia que entre sus cartas a jugar tiene el cierre del canal de Ormuz —en inglés y otros idiomas, de Hormuz—.
Dios santo: ¿Cómo le pide Marco Rubio, de quien es conocida su idiotez pero no se sospechaba que era tanta, un favor a China después que le asignaron a ese país el rol de “enemigo principal” —le colocaron los mayores aranceles del planeta asignándoles a los productos chinos el 150% que después rebajaron a 45% cuando vieron que con la primera opción la inflación se les iba al techo?—.
¿Cómo rayos se acerca el descarado de Marco Rubio a China para pedir un gran favor después que el presidente Trump mondo y lirondo ha mentido descaradamente cuando hasta en seis oportunidades, con el agua al cuello por manejar aranceles y sanciones al estilo de adolescente malcriado, inventó “que había hablado con Xi Yin Ping, bulo develado cuando el Presidente chino recordó que “tenía seis años sin hablar con Trump?".
¡El secretario de Estado piensa que está dando una conferencia ante un público de la emigración cubana amaestrado en Miami!
Pero es que este “favor” que piensa Rubio puede mejorar la posición de China al tiempo que sacarle las patas del barro a Trump, ¿afecta a China?
¿A los iraníes, en respuesta al ataque de la aviación yanqui a tres de sus antiguas y abandonadas por años usinas nucleares? Los afectados son Estados Unidos y sus aliados, principalmente Europa e Israel.
No a China, que es uno de los mejores compradores del petróleo iraní y que tiene límites terrestres con Irán, dato que quizás el geopolítico Rubio —o su jefe— pasan por alto.
Y menos se piden “favores” a la fuerza porque a la idiota petición añade Marco Rubio una amenaza: “Si cierran el estrecho lo tomaremos a la fuerza”. ¡Algo nunca visto en la historia de la diplomacia, que se lea ese ágrafo “la diplomacia” de su antecesor Henry Kissinger, a ver si aprende!
Pero es que al margen de pérdidas millonarias y otros favores lo que se juegan tanto Trump como Netanyahu, poniendo irresponsablemente el mundo al borde de una guerra con armas tácticas nucleares —que las tiene el Gobierno sionista de Israel y no el Irán de los ayatolas— es la permanencia de ambos en el poder.
A Trump se le avecinan las elecciones constitucionales de “medio término”, donde lo más posible, merced a su maldad y estupidez, es que pierda la mayoría republicana en ambas cámaras, y adiós a las persecuciones contra migrantes y botadera sin ton ni son de empleados públicos.
Y ese horizonte es posible ya que las elecciones que se vienen dando en EE.UU. —de senadores o jueces que fallecen— las han ganado los demócratas, como es casi seguro de que en Virginia haya un cambio de gobernador, de republicano a demócrata, lo mismo se espera en Nueva Jersey.
Y ante ese futuro posible tampoco tiene Trump, acostumbrado a tener focas en su equipo, focas que aplauden porque no las dejan aconsejar, un equipo que valga la pena porque para tener lealtades, Donald contrata puros bates quebrados, sobre todo en materia de defensa, donde después que el Presidente despidió curtidos generales, nombró de secretario a un mayor de la Guardia Nacional para dirigir los mayores ejércitos del mundo.
¡Un mayor cuya acción en Afganistán era meramente logística y subordinada y que en la vida civil manejó una ONG que se parece a las venezolanas!
¡Una ONG a la que llegaba borracho y por ello fue denunciado, que la quebró sin obtener resultados y de la cual, imitando a su actual jefe, fue echado por acosar damas!
Netanyahu, a finales de 2023, tenía y aún tiene dos juicios por corrupción, donde fue agarrado con las coimas en la masa. Si Hamas no se hubiese infiltrado en las fiestas de los kibutz, estaría preso y el mundo respiraría con mayor tranquilidad.
Ahora lo salva porque el juez que lleva su caso perdió la paciencia y tuvo “Bibi” que declarar el bombardeo de su pana Trump a instalaciones atómicas iraníes que, según la inspección de la ONU, tenían años abandonadas.
Cosa rara, pero como el tónico curalotodo que usan en la lucha libre le sirve a Trump, a Netanyahu y, por extraño que parezca, a los iraníes.
Trump feliz porque sigue creando caos y se las da de vaquero vengador. Netanyahu porque le puede decir a los israelitas: “Si EE.UU. nos apoya seguimos contando con Jehovah”, y los ayatolas porque se burlan de este bombardeo que fue extrañamente seguido de publicaciones en las redes donde mercenarios, jaladores de mecate, asomados y ociosos explicaban cómo habían penetrado las bombas hasta “100 metros bajo tierra y el único que las tiene es EE.UU.”.
Como si estuvieran vendiendo ellos este tipo de armamentos, a lo mejor hay quien se los compre al Gobierno yanqui o al yerno de Trump que es el que hace los negocios.
¡Fin de mundo, como decía la abuela!
Domingo Alberto Rangel