Estoy almado | Periodismo en la era digital
22/06/2025.- ¿Cuál será el plan de las escuelas de periodismo en el país para formar a los periodistas en el ámbito de la comunicación digital? Me lo pregunto porque es evidente que el ejercicio del periodismo cambió con el uso de las redes sociales y medios de mensajería instantánea, como Telegram o Whatsapp. A la fecha, cualquier cosa puede ser considerada periodismo, hasta llegar a ser marketing de contenido.
En una columna anterior titulada Todavía hay tiempo, mencioné el tema en cuestión: en el terreno de las redes sociales, periodistas y medios están confundiendo —muchas veces sin darse cuenta— el marketing de contenidos con el ejercicio del periodismo.
De hecho, en las nuevas generaciones de periodismo es más fácil procesar y divulgar contenidos virales que intentar hacer una crónica o un reportaje de un problema de la vida real cotidiana, fuera de la hiperconectividad que nos consume.
Por eso, cuando le preguntas a un joven comunicador en redes si se siente periodista, probablemente te diga que sí. En su defensa alega que "crea contenidos", y te lo prueba enseñándote el tubazo del día: un hilo informativo sobre las últimas tendencias de Twitter o acerca de un hecho intrascendente para la vida social de la población, pero que es divertido, polémico y, por tanto, viral. Se trata de la supremacía del contenido con la carga social que eso implica.
Félix Gutiérrez, un periodista con amplia experiencia y laureado con premios nacionales y regionales propone que se podrían poner en práctica los géneros periodísticos en las redes.
Dice el colega que implementemos un reportaje en Twitter o una crónica en Facebook, como en efecto ya se puede evidenciar en algunas cuentas fuera del país.
Pero, ¿qué elementos determinan la evidencia de un reportaje en un reel de Instagram, por ejemplo? ¿Se seguiría llamando reportaje o Reels-portaje? ¿Cómo adaptar cualquier género periodístico sin que quede opacado por el formato digital y derive en un contenido común en redes? ¿Cómo se hace periodismo en redes sin terminar haciendo marketing de contenido en el proceso? ¿Dónde está la frontera entre ambos?
En la vieja Europa, algunos medios y periodistas lo están intentando. Procesan y divulgan trabajos periodísticos en las redes sociales sin permitirse cruzar la raya del marketing de contenido.
El resultado aún no es definitivo ni tampoco ejemplar, pero es un ensayo. El diario Público en España, El Faro en Centroamérica o La Silla Vacía en Colombia experimentan en las redes tratando de preservar el periodismo.
También ocurre algo muy interesante: creadores de contenidos en las redes que, sin saberlo, hacen periodismo sin ser periodistas, y hasta mejor que nosotros los periodistas. Es todo un objeto de estudio y da hasta para una tesis de grado.
El otro problema, al parecer, es lo poco entretenido de trasladar los géneros periodísticos a las redes. Al público no le gusta la sobriedad y formalismo de una noticia en Facebook; prefieren enterarse del hecho acudiendo al influencer del momento en YouTube, aunque este no le garantice información veraz y contextualizada para entender los problemas del mundo.
En ese caso, el periodismo está perdiendo terreno. Esto pasa tal vez porque la veracidad periodística tiene un ropaje antiguo de seriedad que muchos no se lo quieren quitar en las redes porque temen que el mensaje pierda credibilidad. Son dilemas que hay que debatir en el marco de cómo se hace periodismo en esta era de consumo digital.
Por otro lado, hay que señalar iniciativas que revelan cómo con creatividad e inventiva el periodismo se puede adaptar a las redes. Lo digo después de ver la forma como un medio estadounidense intenta abrirse camino en una audiencia tan compleja como lo es Reddit, por ejemplo.
Es formidable cómo instituciones mundiales, que no les interesa mostrarse en las redes como cuentas bochincheras, intentan tener presencia en TikTok, sin dejar de ser entretenidas y formales al mismo tiempo. Me refiero a la ONU.
De momento, no hay nada tallado en una piedra sobre cómo hacer periodismo en redes sin que, a la larga, sea marketing de contenidos.
Como lo dije en una conversa digital, aún hay mucha tela que cortar. Solo me queda invitar a todos los interesados a cortar esa tela hasta obtener algo más claro a mediano o a largo plazo.
Por ahora, corresponde hacer más experimentos para que la información con responsabilidad y ética llegue a más personas en las redes y medios electrónicos, sin que el periodismo muera en el intento.
Manuel Palma