Trinchera de ideas | Asia Occidental
Algunos elementos de análisis para entender los hechos recientes
19/06/2025.- Una vez más, las circunstancias obligan a una mirada amplia de los conflictos internacionales. Me parece reduccionista circunscribir los hechos recientes en Asia Occidental a la idea de un conflicto bilateral entre Israel e Irán. Lo que está sucediendo tiene implicaciones que van mucho más allá de una simple confrontación entre dos países, por muy brutal que sea el enfrentamiento bélico. En realidad, lo que está ocurriendo es expresión de un capítulo nuevo de la conflictividad que producen las contradicciones antagónicas de un sistema internacional marcado por un polo de poder en decadencia y otro que emerge como alternativa.
El sistema internacional actual irrumpió a partir del dolor de la Segunda Guerra Mundial y el engaño de algunos de los vencedores acerca de las causas y consecuencias que la generaron. La tríada de control mundial constituida por los instrumentos financieros (FMI y Banco Mundial), nacidos en Bretton Woods en 1944; los políticos, emanados de la creación de la ONU y sus agencias en 1945 y los militares estructurados en torno a la OTAN en 1949, han sido las herramientas que Occidente ha utilizado durante los últimos 80 años para sostener el dominio y la hegemonía sobre el planeta.
No obstante, ya en la década de los 60 del siglo pasado, este sistema se vio carcomido por el déficit externo de Estados Unidos, que importaba más de lo que exportaba, llevándolo a financiar la diferencia a través de la creación de dinero inorgánico. Ello “obligó” a Washington a suspender la convertibilidad del dólar en oro (emanada de Bretton Woods) para establecer el dólar como moneda de cambio internacional. Paradójicamente, es en este momento cuando se comienza a esbozar un proceso de crisis del sistema capitalista imperante que aún hoy, 65 años después, no ha podido ser superado. Con ello se echaron las bases para construir un nuevo orden político y económico global.
El mismo no tuvo posibilidades inmediatas de desarrollarse a plenitud porque la alternativa que debió surgir de la Unión Soviética y el socialismo enfrentaba sus propios problemas económicos, más allá de la aparente estabilidad política que manifestaba. Pero la aprobación de la política de reforma y apertura en China en 1978 comenzó a cambiar todo. Fue el momento de despegue de Pekín hacia su transformación en gran potencia mundial que le puede hacer contrapeso a Estados Unidos, a Occidente y al capitalismo.
En 1970, más del 90% del comercio mundial se hacía en dólares, hoy esa cifra no llega al 47%. Lo más increíble es que es el mismo Estados Unidos el promotor de ese cambio cuando sanciona aproximadamente a 3 mil millones de ciudadanos (alrededor del 40% de la población mundial) impidiéndole el uso del dólar. Aunque Occidente emergió triunfal de la Guerra Fría y la Unión Soviética desapareció, Occidente no supo “administrar” su victoria. Las instituciones que ellos crearon (en primer lugar las de la ONU) están siendo torpedeadas, violadas y rechazadas por ellos mismos. Estados Unidos se ha retirado de buena parte de ellas. Todo esto está conduciendo a un proceso de autofagia política y social que conduce a la destrucción de Estados Unidos y Occidente como centro del poder mundial.
Otro de sus pilares: la democracia liberal representativa se consume, afectada por los arteros golpes propinados por sus propios creadores cuando constatan que ahora tampoco les sirve como mecanismo de intervención y de ejercicio de aplicación irrefutable de la supremacía social y política sobre las sociedades y las instituciones locales, nacionales y globales.
En este marco, en los últimos años han ocurrido hechos relevantes que se manifiestan como expresión transparente de esta espiral de crisis: la incapacidad de manejar la pandemia de Covid 19 por parte de los organismos “competentes”, la incapacidad de evitar el genocidio contra los rusoparlantes en el este de lo que era Ucrania, país que permitió un notable resurgimiento del nazifascismo y la superioridad racial como doctrina de gobierno obligando a Rusia a actuar en su defensa; la imposibilidad del planeta de impedir otro genocidio, este todavía más brutal y avasallador contra el pueblo palestino y ahora esto, el aval de Estados Unidos y Occidente para liberar las manos de Israel a fin de destruir a Irán y su Revolución islámica.
En este contexto, vale la pena entregar algunos elementos de análisis para comprender lo que está ocurriendo y lo que podría sobrevenir. A partir de ellos, cada quien debe sacar sus propias conclusiones. Veamos:
1. El mayor error de Estados Unidos en esta coyuntura fue permitir que Israel atacara a Irán en el momento en que estaba negociando con Washington. Esto produjo una inmediata respuesta del mundo árabe y musulmán que se manifestó en su unificación en torno a Irán. 22 países firmaron una declaración de apoyo a Teherán en el marco de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI), incluyendo a algunos de los más poderosos y grandes como Arabia Saudita, Pakistán y Turquía; otros que en el pasado fueron enemigos de Irán como la misma Arabia Saudita, hoy le dan su apoyo, rechazando la agresión sionista. Todos ven a Irán como víctima de una acometida externa.
2. Para la mayor parte de la Comunidad Internacional, Irán pasó de ser parte del “eje del mal” a ser un país violentado y atacado.
3. Estos hechos le dieron a Irán el aval para que pusiera en uso lo que viene construyendo desde hace 40 años, todo lo cual está ajustado al Derecho Internacional y a la Carta de la ONU.
4. A pesar de haber recibido el primer golpe, artero, sorpresivo y doloroso, Irán se repuso rápidamente, contratacó e inició el quiebre del paradigma de la supremacía militar israelí y de la inviolabilidad de su territorio.
5. Con el transcurrir de los días, al no lograr los objetivos iniciales: destruir el potencial atómico de Irán, su capacidad militar (en especial la misilística) y eliminar su liderazgo, Israel ha pasado a implorar por la incorporación directa de Estados Unidos al conflicto. Esto manifiesta su necesidad de salvarse ante la destrucción inusitada e impensada de sus plataformas militares, industriales y tecnológicas que le está causando Irán cuando suponían ser intocables y seguras contra toda acción de un enemigo externo. Así, se ha hecho patente su debilidad y el fracaso en la tan cacareada idea de la infalibilidad de su “escudo de hierro”.
6. Sin embargo, lo anterior no debe impedir que se considere que Israel le está pidiendo apoyo a un líder de Estados Unidos débil, fácilmente chantajeable y emocionalmente inestable, que ha hecho que algunos de los actores internos del sistema político de Estados Unidos operen por su cuenta. Washington no es un actor monolítico, tampoco es homogéneo y no está cohesionado en torno a un liderazgo único como se ha venido manifestando en torno a Ucrania.
7. En el caso específico que estamos analizando, los órganos de inteligencia y las Fuerzas Armadas de Estados Unidos no están de acuerdo en participar de una acción bélica directa contra Irán. Conocen la debilidad estratégica del componente militar, aunado a las contradicciones internas que amenazan con una guerra civil y/o la desintegración del país y sus instituciones. Muestra de ello son los enfrentamientos en California y otros estados, más allá de que los participantes en estos eventos tengan disímiles objetivos, no siempre vinculados a una crítica del sistema y a la salvaguarda de su “democracia”.
8. Aunque Trump alce la voz, amenace a Irán (al mismo tiempo que lo llama a negociar) y se contradiga diariamente, no debería olvidar que en el momento de inicio del conflicto, Teherán estaba sentado en la mesa de negociaciones. Esa es una verdad irrefutable.
9. El Pentágono tiene 53.906 oficiales y soldados desplegados en 21 bases militares, navales y aéreas en 10 países de Asia Occidental (Turquía, Kuwait, Siria, Irak, Catar, Arabia Saudita, Omán, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos y Jordania), muchos de ellos acompañados de sus familiares, además de un gran contingente de trabajadores civiles prestadores de servicios a las bases militares. La más lejana es la de Jordania, ubicada a 1.575 km y las más cercanas las de Kuwait, Bahréin, Catar y los Emiratos Árabes Unidos, ubicadas en el litoral occidental del golfo Pérsico, a tan solo 200 km de las bases misilísticas iraníes. Una de ellas alberga la 5ta Flota de la Armada de Estados Unidos ubicada en Bahréin en la que hay 7.000 militares estadounidenses. Un ataque de Irán —en dependencia del tipo misil que se utilice— llegaría a estas bases en un tiempo que va de entre 39 y 116 segundos). Ante esto, Pearl Harbor sería recordado solo como “un pequeño incidente”.
10. Incluso si Estados Unidos decidiera lanzar sobre Irán su bomba más poderosa, la GBU-57, un artilugio explosivo anti-búnker de 13.6 toneladas que solo puede ser arrojado desde un bombardero furtivo B-2, a fin de destruir las plantas de enriquecimiento de combustible nuclear subterráneas, solo podría dañar la de Natanz, pero la más importante, la de Fordow, quedaría intacta. Estas bombas tiene un poder de penetración de 60-70 metros y se sabe que Fordow está construida a mucho más de 100 metros por debajo de la superficie de la tierra, sin que esta cifra sea conocida con exactitud. Vale decir que Israel no posee la bomba ni el avión que puede lanzarla.
11. Es evidente que Irán tiene posibilidades de infligirle daños reales a Estados Unidos. Para el análisis habrá que agregar que Irán tiene “bajo la manga” otras cartas que se desconocen y que podría causar a Washington y a sus aliados perjuicios irreparables toda vez que no tienen capacidad tecnológica para contrarrestar la acción de estas armas.
12. Ahora Irán tiene motivos para retirarse de la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA) y ponerse al margen de los protocolos de no proliferación de armas atómicas. Para permanecer en la organización puede exigir que Israel se adhiera en las mismas condiciones.
13. Si se llegaran a retomar las negociaciones, Estados Unidos ha planteado mantener los límites del alcance de los misiles balísticos, lo cual hasta ahora había sido respetado por Irán. Ahora, ante la nueva situación creada, el alcance podría ser ilimitado.
14. Irán está comenzando una guerra, pero Estados Unidos lleva tres años sosteniendo la de Ucrania e Israel, dos contra Hezbollah, Siria, Palestina y Yemen, todo lo cual ha significado un gran desgaste. La concepción de seguridad establecida por David Ben Gurion, primer ministro de Israel, se sustentaba en que la eternidad del Estado sionista partía del sostenimiento de guerras cortas, fuera de su territorio y libradas contra enemigos débiles que le aseguraran la victoria, de lo contrario no se podría garantizar la existencia del Estado israelí. En la actualidad, estas tres premisas son insostenibles.
15. Israel carece de una doctrina y un arraigo popular como Irán.
16. Irán tiene una superficie de 1.65 millones de km² y una población de 92.5 millones de habitantes. Israel solo 22.145 km² (territorios ocupados) de los cuales 5.960 son de Gaza y Cisjordania. Tiene 9.76 millones de habitantes, entre ellos 2.1 millones de árabes (21% del total). Vale considerar que parte importante del territorio ocupado por Israel es desértico y no está poblado. En términos demográficos, el 50% de la población de Irán es menor de 30 años, considerando que la misma se duplicó entre los años 1979 y 2000. Entre estos jóvenes, hay 5 millones de estudiantes, decenas de miles de ellos científicos formados por la Revolución islámica.
17. Irán es el cuarto mayor productor de petróleo del mundo, además es dueño de la tercera reserva más importante a nivel global. Asimismo, es el segundo país del mundo en cuanto a producción de gas, siendo poseedor de las segundas mayores reservas del planeta.
18. La importante ubicación geográfica de Irán le proporciona control sobre los estrechos de Ormuz y Bab el Mandeb. Si Teherán tomara la decisión de cerrar los estrechos (lo cual no resulta muy complicado), el mundo se vería impedido de adquirir el 35% del petróleo que se comercia, llevando el precio del barril a alrededor de 300 dólares desde los 74-78 que tiene en este momento. Más de 100 países del mundo se verían imposibilitados de comprarlo.
19. La civilización iraní (antes persa) tiene 7.000 años de existencia. Estados Unidos apenas 250, el sionismo nació hace 130 años, solo durante los últimos 72 se ha erigido en un Estado, gracias a una decisión ilegal de la ONU.
20. Irán tiene una reserva misilística que viene construyendo desde hace 30 años, algunas de estas armas han sido conocidas en los últimos días, pero la mayoría no han sido mostradas ni usadas. Precisamente anoche y durante la madrugada de hoy se han usado por primera vez en la historia los misiles Sejjil, Fattah 2 y Khorramshajr, cada uno de los cuales puede cargar hasta 2 toneladas de explosivos y volar a 15 mach (15 veces la velocidad del sonido, es decir 18.510 km/hora, lo que es igual a 308 km/minuto). Ni Estados Unidos ni Israel tienen tecnología para interceptar este tipo de misil, no solo por su velocidad, sino también por su mecanismo único de autoguiado que le permite cambiar la trayectoria y evitar que su curso sea interrumpido.
21. Vale agregar que el propio Pentágono ha hecho público hace dos días que Irán es el primer país del mundo que ha desarrollado armas de plasma, una tecnología de energía que utiliza el plasma (cuarto estado de la materia) con fines de construcción de armamento. El plasma puede ser utilizado para neutralizar o aniquilar objetivos a través de proyectiles, explosiones térmicas o campos disruptivos, según informó el vocero de la Secretaría de Defensa de Estados Unidos, Sean Parnell, lo cual se difundió a través de un artículo publicado en el portal de noticias digital indo-canadiense EurAsian Times.
22. Irán ha mostrado valentía en su liderazgo y determinación de sus Fuerzas Armadas durante las acciones de respuesta al asesinato del general Soleimani cuando atacó directamente bases militares estadounidenses y, recientemente, en las acciones de réplica a la agresión israelí, creando una ecuación de equilibrio que el enemigo tendrá que considerar y respetar si no quiere dirigirse a un suicidio.
23. Si a pesar de todo esto Estados Unidos decide involucrarse en una guerra directa contra Irán (con o sin apoyo de la OTAN) se estaría implicando en una guerra de desgaste que podría durar varias décadas. A esto habría que sumar los varios escenarios de conflicto que está sosteniendo en diversas latitudes y longitudes del planeta.
24. En los países árabes donde hay bases militares e intereses estadounidenses existen millones de musulmanes chiitas que han aceptado el liderazgo de Irán y las orientaciones de su líder. Están entrenados, organizados y armados, a la espera de recibir una orden para incorporarse a un conflicto de carácter regional en caso que Estados Unidos escale la guerra a ese nivel.
25. Por otra parte, habrá que ver hasta dónde quiere arriesgar Estados Unidos sus intereses y si tiene capacidad de enfrentar la situación que se produciría en caso de una recesión de la economía mundial que tendría a Washington como su generador y promotor. Aunque la hegemonía estadounidense ha actuado siempre en términos de irracionalidad política y en el imperialismo no se puede confiar “ni un tantito así”, como sentenciara el comandante Ernesto Che Guevara, no estoy tan seguro de que Washington le quiera declarar la guerra a Irán, entre otras cosas porque no hay consenso ni en las élites ni en la opinión pública de Estados Unidos para ello.
26. Washington debe evaluar que si su guerra en Vietnam duró diez años y fue la peor derrota militar de Estados Unidos en su historia y Afganistán en 20 años lo transformó en un gigante con pies de barro que tuvo que retirarse derrotado y humillado, una guerra con Irán podría significar el fin definitivo de su poder imperial. En el ínterin, los rusos podrían llegar a Berlín, los chinos apoderarse de Taiwán y los africanos destruir definitivamente el poder neocolonial de Europa en ese continente. Si eso ocurre, la post Segunda Guerra Mundial y el sistema que emergió de ella habrá fenecido para siempre.
Sergio Rodríguez Gelfenstein
sergioro07.blogspot.com