Retina | Grosero y brutal
16/06/2025.- Puede haber otras palabras para describirlo, pero brutal, grosero y rudimentario son adjetivos que se aproximan a una caracterización del momento político interno de Estados Unidos y a su proyección internacional.
Nada de elegancia parece haberle quedado a esa élite que promovió la idea de la riqueza como elemento central de valoración de los seres humanos, que logró crear un sistema plutocrático con apariencia de democracia electoral, en el que solo la gente rica puede acceder a posiciones de poder escogidas mediante elecciones. Ni un solo pobre accede a ningún cargo de elección popular.
La crisis que vive Estados Unidos es el resultado de sus visiones políticas y económicas. Es el éxito de las clases dominantes de ese país, empeñadas en acumular cada vez más capital. Las que propiciaron un mundo que les garantizara "libertad" para producir y comercializar, impulsado cuando Estados Unidos disfrutaba de todas las ventajas por ser la primera potencia industrial y militar. Además, poseían el monopolio de la moneda de intercambio internacional. Tuvo, a su vez, la falsa y beneficiosa apariencia de parecer un poder optimista, democratizador y civilizatorio.
A pesar del éxito que tuvo su industria cultural en imponer estas percepciones, la falsedad de su despliegue se percibe al ver que se trata de un país responsable del genocidio de los pueblos originarios que habitaban ese territorio, de la explotación de millones de personas secuestradas en África para ser mano de obra esclava en Estados Unidos, de las invasiones gringas por todo el mundo y la imposición de sanguinarias dictaduras militares en muchos países. Por si faltara algo, Estados Unidos es el soporte fundamental del Estado terrorista y genocida de Israel y el creador de las organizaciones terroristas en el mundo islámico.
Hoy, Estados Unidos no es más un país que exhiba optimismo. Tampoco se muestra como un país a la vanguardia de la innovación. Aparece como una gran potencia militar que no se corresponde ya con la economía, la ciencia y la cultura de su país. Es una peligrosa maquinaria culturalmente "zombi" capaz de generar mucho daño irracional.
De allí que no sorprenda que Trump y sus cómplices hagan todo sin preocuparse de guardar ninguna forma. Son brutales, groseros y rudimentarios porque ya no tienen nada atractivo para proponer. Solo gritan que tienen el poder y que todo el mundo debe someterse a ellos.
Freddy Fernández