Libros libres | La poética alucinada de Tarek William Saab

15/06/2025.- En general, resulta harto complejo establecer límites entre compromiso social, razón ética y sensibilidad artística, dado que tales planos o categorías suelen imbricarse en las exigencias de la creación individual o colectiva, cuando nos ubicamos frente a una obra literaria; en este caso a la de un autor que, como Tarek William Saab, ha dedicado su vida al servicio público como abogado, gobernador, fiscal, parlamentario, defensor, constitucionalista y otros altos cargos de responsabilidad pública, avanzando en estos frentes con una entereza que podríamos calificar de admirable. Desde su temprana juventud, Saab (El Tigre, estado Anzoátegui, 1962) participó de luchas estudiantiles y lecturas apasionadas, y desde entonces continuó asumiendo responsabilidades dentro de los movimientos de izquierda revolucionaria, mostrando hasta hoy coherencia de pensamiento y una sensibilidad particular, volcadas a una obra sostenida desde Los ríos de la ira (1987), El hacha de los santos (1992) y Cielo a media asta (2001) en una primera etapa; en una segunda fase, fue expresada en libros como Los hijos del infortunio (2006) o Memorias de Gulan Rubani (2007), obteniendo con ellos diversos galardones y reconocimientos como la Bienal Lazo Martí, el Premio de Poesía de la Universidad Central de Venezuela, Premio Internacional de Poesía Co Eyu y el Premio de Poesía Esta Tierra de Gracia. Atención especial nos merece su obra Hoguera de una adolescencia intemporal. Apuntes 1989-2020 (2024), donde Tarek nos introduce mediante crónicas, entrevistas y ensayos breves a una serie de autores, poetas y personalidades que el propio autor describe de la siguiente manera:

Extraño libro resucitado de un largo olvido gracias a un premeditado azar, es el resultado de un misterioso fervor: el amor a la literatura, a la poesía y al oculto paisaje que se oculta tras las hojas de mi juventud perdida, hoy fugazmente recuperada por este sorpresivo viaje a la memoria donde aparecen como por arte de vidas pasadas mis primeros encuentros con el mundo exterior…

En esta ocasión, nuestro poeta da cuenta de una serie de recorridos por los mundos poéticos o artísticos o musicales de Víctor Valera Mora, Gustavo Pereira, Luis Alberto Crespo, Juan Liscano, Julio Valderrey, Salvador Valero, Eduardo Sifontes o Alí Primera, entre otros; más dos entrevistas donde resalta una realizada al gran escritor español Juan Goytisolo.

Asumiendo a cabalidad su ejercicio de responsabilidad pública, Tarek no se desliga de la experiencia poética y la asume como deber ético y compromiso espiritual, elementos que han venido conformando un universo propio, impregnado de las voces representativas de la poesía combatiente (Roque Dalton, Víctor Valera Mora, Mario Benedetti, Juan Gelman, etc.) y de la poesía Beat de Estados unidos de la que es confeso seguidor (Kerouac, Ginberg, Ferlinghetti, Corso, etc.) como de su línea contracultural volcada en una particular voz poética que, en estos momentos y ya cristalizada, se nos ofrece como uno de los periplos más notables de la poesía venezolana actual. Llama la atención esta pasión indeclinable de Tarek hacia este grupo de poetas estadounidenses donde se vio reflejada en una actitud crítica plenamente desenfadada y contestataria hacia una sociedad, basada en la depredación irracional de los recursos, propia del capitalismo desbocado. Dentro de este conjunto de signos, percibo un tono alucinante, descriptivo de su viaje sensible a través del mundo, asumiendo desde allí un sentimiento desgarrador y –como bien anota Luis A Crespo— “un desiderátum de alma y razón”, donde tiene cabida el habla del prójimo y la libertad como partes esenciales de una experiencia donde se dan cita la ternura y la melancolía para producir en el lector una sensación de misteriosa claridad.

La poesía de Tarek William Saab ha contado en su trayectoria con destacados exégetas como Juan Liscano, Luis Alberto Crespo, Alberto Jiménez Ure, David Cortés Cabán, Christian Farías, Eusebio Leal Spengler y Gustavo Pereira, quienes han arrojado luces sobre su obra. Parte de la lírica de nuestro autor, fue recogida en 2021 en un volumen antológico editado por Monte Ávila bajo el título de En un paisaje boreal (1984-2007), donde se agregan también dos secciones, una intitulada Otros poemas (1984-2000) y Un tren viaja al olvido (2021), los cuales no hacen sino constatar la fidelidad de nuestro autor a sus temas y pasiones, mostrando una rica gama de posibilidades expresivas, desplegadas de modo recio y admirable, marcando nuevos rumbos en la poesía venezolana.

En una reciente lectura pública, efectuada en la ciudad de Barquisimeto en este mes de junio, donde Tarek William Saab llenó el aforo de un gran auditorio, el poeta cumplió con una disertación sobre poesía y ética revolucionaria, ampliamente aclamada por el público, leyendo luego varios de sus textos poéticos y firmando numerosos ejemplares de un libro que recoge sus discursos al pie del hemiciclo (2024) y nos da muestras, una vez más, del compromiso y la cercanía que este escritor mantiene con su pueblo.

HE CONOCIDO

He conocido el cuerpo del amor

Alucinado he reconocido a la amiga muerta

y ningún día me enseñó más

que el cariño dócil recostado tras las sábanas

armando un tratado para la esperanza.

He conocido el fulgor de la inspiración

escribo como un dictado automático

más allá de los bordes de la página

me desbordo y soy una contención.

OCTUBRE

¿No queda nada?

Los años han pasado inmunes

Anoche una orgia de culebras dejó

Un extraño olor impregnado en el cuarto.

Yo olía y me aseguraba de no estar dormido.

Anoche yo había muerto.

De allí que no hayas escuchado mi despedida

Mi amor a una tierra que jamás volví a ver.

Tarek William Saab

 

 

Gabriel Jiménez Emán 

 

 

 

 

 

 

 

 


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