06/06/25.- El ataque masivo realizado por las Fuerzas Armadas de Rusia en Ucrania, ocurrió durante la noche del jueves al viernes, en respuesta a lo que Moscú calificó como actos terroristas por parte de Kiev. Según el Ministerio de Defensa ruso, el operativo involucró armas de alta precisión y largo alcance, así como vehículos no tripulados de ataque, dirigidos contra instalaciones militares, como oficinas de diseño, talleres de reparación y ensamblaje de drones y almacenes de armas en Ucrania.

Unos 407 drones y 44 misiles, seis de ellos balísticos, llevaron a cabo el operativo contra Kiev, la capital de Ucrania, y al menos otras nueve regiones del vecino país eslavo. 

Durante las operaciones, las alertas aéreas se activaron en toda Ucrania y se registraron explosiones en varias ciudades, incluyendo Kiev, Lutsk, Chernígov, Ternópol, y en regiones como Lvov y Jmelnítskiy. Las detonaciones causaron alarma y daños en diferentes localidades, evidenciando la intensidad y el alcance de la ofensiva rusa en varias zonas del país. La situación generó temor en la población civil, sobre todo en momentos en que Ucrania está en plena ofensiva contra la infraestructura militar y civil rusas.

Aunque se desconoce el balance de víctimas, de modo preliminar y tan solo en esa ciudad, las autoridades de Kiev informaron que murieron tres trabajadores de los servicios de rescate y 49 personas resultaron heridas.

Por otro lado, Ucrania ha incrementado sus ataques en territorio ruso, principalmente a través de drones FPV, contra aeródromos y objetivos militares en varias provincias, como Múrmansk e Ivánovo.

Además, se reportaron ataques que afectaron infraestructura civil, incluyendo el derrumbe de puentes en las provincias rusas de Briansk y Kursk, causando víctimas y graves daños en la logística ferroviaria. Estos incidentes evidencian una escalada en la confrontación entre ambos países, afectando también a zonas civiles y generando crisis humanitarias.

En un contexto más político, el presidente ruso Vladímir Putin expresó su rechazo a negociar con Ucrania, calificando las acciones del gobierno de Kiev como terroristas, y cuestionando la legitimidad del liderazgo de Zelenski. Putin argumentó que los ataques contra civiles por parte de Ucrania, demuestran que Kiev y sus patrocinadores occidentales, se están convirtiendo en organizaciones terroristas, y que no hay condiciones para sentarse a dialogar en una situación de guerra activa. También criticó la lógica de ofrecer treguas que podrían favorecer a los “terroristas”.

Finalmente, las tensiones entre Estados Unidos y Rusia se han intensificado, tras una llamada telefónica entre el presidente estadounidense Donald Trump y Putin. Trump indicó que Putin le aseguró que respondería a los ataques ucranianos con una reacción que no sería "bonita", lo que refleja una posible escalada en la postura militar y diplomática de ambos países, respecto al conflicto en Ucrania. La situación se mantiene tensa, con una lucha que continúa afectando tanto a la población civil como a la estabilidad regional e internacional.

FIDEL ANTILLANO / CIUDAD CCS