Palabras... | Nos interesa

05/06/2025.-

I

 
Nos interesa un orden internacional que no ordene nada, menos la planificación de la miseria
 
 
 
Nos interesa Dios como camino, en la medida que acompañe la liberación, el rescate del planeta, el agua, el aire, y la comida deje de ser una empresa mercantil
 
 
 
Nos interesa la religión como lenguaje y vía para sensibilizar la vida y la transformación, y no para orar por el poder
 
 
 
Nos interesa una sociedad horizontal donde nada oculte la
 
mirada de los días, que sean extraordinariamente nuevos
 
 
 
Nos interesa la naturaleza como patrimonio de sí misma y no de la humanidad
 
 
 
Que un sistema de salud no enferme, no se venda y erradique el modelo médico convencional donde solo importa el cuerpo, el dinero y no la espiritualidad
 
 
 
Que una educación adoctrine para la verdad, sea cual sea. Un lugar donde nadie salve a nadie, sino que los seres se fortalezcan entre sí para fundar el país de los sentimientos, en algún lugar del pecho, como si fuera la comuna intracultural de nuestros ancestros
 
 
 
Nos interesa no la decadencia de este tiempo que insulta nuestra generación, sino lo que conduzca a materializar una comunidad sin influencias mezquinas, sin miseria humana y sin pobreza de las regiones más nobles, digna de todas las propuestas que detengan la extinción de lo esencial
 
 
 
Nos interesa que la alegría sustituya al cielo. Que lo justo sea justo. Que de verdad pertenezcamos a un país cuando nos incorpora como mano de obra de su existencia
 
 
 
Que no exista el miedo a lo imposible ni desdén a lo posible. Que construyamos el sueño que siempre ha sido prometido. Que sostengamos, digno, el espacio donde nos tocó vivir. Que vencemos la enorme fuerza de la costumbre. Que no traicionamos ni a la amistad, ni al amor, ni al pueblo
 
 
 
Que encontremos la canción perdida y el verso necesario. Que vamos juntos tanto en la alegría como en la lucha. Que unimos la teoría y la práctica. Que no hay prisa, pero sí convicción. Que servimos para algo vital. Que seamos útiles al proyecto colectivo
 
 
 
Que nombremos las cosas por su nombre. Que se entre limpio en la promesa. Que retomemos los detalles más sencillos. Que nadie tenga menos de lo que humano necesite. Que es importante el aporte más humilde y lo poco que sumemos siendo amigos
 
 
 
Que el amor pueda ser igual que la flor. Que no se agote la imaginación en baladíes. Que los políticos conozcan la poesía. Que la fuerza no sea la razón, y en la maldad, el genocidio y la desconsideración la bala sea al revés  
 
 
 
Que nos liberemos de la dependencia. Que seamos colectivos sin negarnos individualmente. Que alcancemos la distribución exacta de la riqueza. Que haya condiciones objetivas y subjetivas para refundarnos como unidad. Que militemos por la risa en cualquier parte como en casa
 
 
 
Que nos descuidemos sin correr peligro. Que todavía se insista en el paraíso terrenal, y que allí no me olvides, mientras vamos de luna a sol a encontrarnos con los que no deben morir
 
 
 
 
 
Que definitivamente garanticemos darle tregua a la existencia, que podamos entregarlo todo, incluso la vida misma, aunque no nos hayan preguntado. Que nos importamos, porque juntos liberamos, restamos odio y ofrecemos la flor, el ave o el árbol en su mejor tallo, en su más claro cielo y en su más fiel tierra
 
Que estemos cerca del juicio final a la tristeza para cumplir un fervor, un designio, nombrado la rosa roja del pecho, el país del corazón, el mundo azul que tanto costó, mucho más que todos los milagros, que no alcanzaron a salvar a los muertos en todas las historias, incluyendo los militantes asesinados, y pueblos masacrados, que todavía dicen presente, presente, presente, y que siguen vivos en cada uno de aquellos que no abandonan la lucha todavía, y que otro mundo originario es posible en un abrazo
 
 
 
II
 
Planeta*
 
 
 
Amo un país de saludos, de buenos días,
 
buenas tardes, cómo anda su salud,
 
cómo están los suyos por allá
 
y que le vaya bien.
 
 
 
Un país de bienvenidas, puertas abiertas,
 
café y cuentos al caer el sol, comida juntos
 
y hospedaje cálido.
 
 
 
Un país de siembra en convite
 
de casa en cayapa y cosecha en cambote.
 
 
 
Un país de te amo en lo junto, lo cierto,
 
lo todo, el río, la noche, el desgrane,
 
la cocina, el canto, el poema,
 
el saltimbanqui fugaz
 
que traen los cometas,
 
el sonido de los grillos y los sapos,
 
el andar de los gusanos
 
y el destello antiguo que nos viene
 
de las estrellas más lejanas.
 
 
 
Un país que habite en el moler,
 
la corteza de los árboles,
 
el ya no existo para mí solo,
 
en el dibujo de las nubes
 
y en el soñar permanente de los corazones
 
que lo habitan.
 
 
 
Un país como silla en la espera,
 
sombrero al sol, brazos abiertos
 
de los camburales
 
y el tejer de una mujer sentada
 
en la vera del camino.
 
 
 
Un país que ande a pie en los que van y vienen,
 
que se la juegue como hermano que va pa’ esa
 
en las buenas y en las malas.
 
 
 
Un país de abrazos y palmadas
 
que se alegre con la llegada de los diferentes,
 
que no sea grande, ni poderoso, ni el mejor.
 
Un país pequeño de hechuras para la vida,
 
que cuando juegue no haga trampa,
 
no compita.
 
 
 
Un país transparente,
 
que se le toque el corazón
 
para que nadie lo dañe.
 
 
 
 

Carlos Angulo

 

*Redondeta: Hecho a dos manos desde Guanare a Guárico, por Ramón Mendoza y Carlos Angulo, en viaje por la carretera de Biscucuy.


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