Psicosoma | La Señorita Nicotina

Desenmascaremos su atractivo: las tácticas de la industria con los productos de tabaco y nicotina al descubierto.

Lema del Día Mundial Sin Tabaco

2025

 

03/06/2025.- Bronquitis crónica, cáncer de pulmón, hipertensión arterial, enfermedad coronaria, ACV, úlcera gastrointestinal, gastritis crónica… son algunas de las secuelas de fumar tabaco, en rollos que equivalen a veinte cigarrillos. No incluimos en esa lista sus efectos psicológicos, tanto los negativos como los "positivos", es decir, aquellos que nos hacen creer que vivimos en libertad y que somos inmunes a las propagandas seductoras de las corporaciones.

Recuerdo ahora al ver a las chicas, pavas o güilas, mis travesuras cuando fumaba a escondidas. Con actitud irreverente, lanzaba bocanadas de humo en las discotecas, con chicos rebeldes y posjipis. Disfrutábamos de los Rolling Stones —hasta hoy el "dinosaurio" de Mick Jagger me secuestra—, aunque los Beatles no me atraían para nada. Con mi amiga-hermana Vilma Cleofé, ambas de trece años, soñábamos volar en la alfombra mágica a la India, sin creerles a los mayores ni a los políticos ni a los profes. Nos cuestionábamos: ¿por qué, si el Perú es riquísimo, explotan a indios, campesinos y obreros?

Mi padre nos regaló los Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana, de José Carlos Mariátegui, obra nos costaba entender, y preferíamos jugar a ser ñustas, a la historia de Ollantay o la de Ima Sumaq… Todo era explosivo en los años setenta en el Cono Sur, y fumar nos daba la ansiada paz y quietud. Luego, mamá pasaba "revista", yendo directo a mi cabellera para luego soltarle un grito a mi papá. Hoy ya no existen ni mamá, ni papá, ni Vilma Yoko…

Al ser migrante, la supervivencia me instaló el cable a tierra. Estrené "los juegos del hambre", entrené el razonamiento y estudié el materialismo histórico con seriedad. Participé en reuniones en barrios y pueblos jóvenes, trabajé la teología de la liberación, conocí camaradas casi monjes, pero, sobre todo, se me quitó la fumadera, ese "vicio burgués". En realidad, era algo que hacía más por socializar y ocultar mi timidez congénita que por algo más.

Hace casi cuatro décadas recuerdo haber escrito "La Señorita Nicotina". Fue casi una premonición del vicio de mis dos amantísimos esposos, curtidos en licor y nicotina. Conozco en carne propia las nefastas consecuencias en los órganos y la psique: muerte por cáncer de colon, la tardía rehabilitación del EPOC y la muerte por cáncer de pulmón.

Afortunadamente, en esta época se conciben nuevos tratamientos, incluso hay métodos de curación, por parte de la medicina rusa y cubana, para tratar el cáncer de pulmón.

En Costa Rica, el consumo de tabaco es masivo. Las ventas al detal por parte de ambulantes compiten a gritos en el Bulevar Central. Unos pregonan: "¡Lleve su pedacito (del terminal del sorteo)!", mientras los otros anuncian: "¡Cigarro, cigarro!", con esa voz tica, única, al arrastrar la letra R, casi como si fueran voces infantiles…

La "pura vida" languidece en una ruleta rusa: se juega y se fuma a diestra y siniestra. "Para no sentir frío", dicen algunos; "para no tener miedo", añaden otros. Un titular del diario Extra difunde: "Se debilita la lucha contra el fumador".

En 2012, se promulgó la Ley 9028 o Ley General de Control del Tabaco y sus Efectos Nocivos en la Salud. Son trece años de respeto a espacios libres de cigarrillos, control en escuelas, prohibición de la venta a menores y restricción de propagandas en los medios. Sin embargo, el mercado ha diversificado las formas de consumo entre los adolescentes: cigarros electrónicos, vapeo al gusto de las sensaciones. Las güilas rebeldes se entusiasman al vapear, y los chicos rudos prefieren ser dragones botafuego. Eso en el sentido "normal", porque en las fiestas abundan las fumarolas de marihuana con sus picantes…

La OMS declaró el 31 de mayo de 1989 como el Día Mundial Sin Tabaco, para tomar conciencia sobre sus daños y riesgos a la salud, el ecosistema y la economía, pero ¿qué es un solo día ante la avalancha?

Es larga la historia del tabaco, desde sus orígenes en América, en los ritos aborígenes, hasta los intentos por prohibir su uso. El comercio de las tabacaleras siguió aun cuando científicos alemanes comprobaron que la nicotina es un veneno empleado hasta en las fumigaciones.

Lo peor de la nicotina es su capacidad adictiva, ya que libera endorfinas en los circuitos de gratificación. Es una sustancia química que contiene nitrógeno y proviene de varias plantas, incluida la del tabaco. También se produce sintéticamente. Nicotiana tabacum, el tipo de nicotina presente en las plantas de tabaco, pertenece a la familia de las solanáceas. Los pimientos rojos, la berenjena, los tomates y las papas son algunos ejemplos de esa familia.

Masticar o inhalar productos de tabaco suele liberar más nicotina al cuerpo que fumar. La nicotina es al menos tan difícil de dejar como la heroína. Sus efectos secundarios pueden afectar el corazón, las hormonas y el sistema gastrointestinal. Algunos estudios sugieren que puede mejorar la memoria y la concentración, pero produce deterioro cognitivo a largo plazo y guarda cierta relación con la enfermedad de Alzheimer.

Las drogas socialmente aceptadas —alcohol, tabaco, barbitúricos o psicofármacos— generan adicciones porque producen placer inmediato, ayuda a socializar entre amigos y a calmar el estrés, la ansiedad, la angustia y la depresión. Sin embargo, provocan un deterioro físico, mental y social que causa más muertes que muchas guerras y pandemias.

Las adicciones no se curan; solo pueden controlarse con apoyo terapéutico para evitar recaídas y permitirnos vivir y convivir en medio de tormentas hormonales y guerras mediáticas provocadas a cada nanosegundo.

Hay más de mil millones de fumadores de tabaco en todo el mundo, mientras la Señorita Nicotina se recicla como las muñecas Barbie.

 

Rosa Anca


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