Caraqueñidad | Manacho era ateo

26/05/2025.- Zapateros de oficio fueron los hermanos Crispín y Crispiniano, quienes resultaron decapitados el 5 de octubre de 290 D. C. por fuerzas anticristianas. Por ello, ese día se rinde homenaje a quienes diseñan y elaboran calzados en todo el mundo, menos en la casa de Manacho, quien debido a su aparente ateísmo fue excluido del beneficio celestial de un buen par de zapatos. Entonces, recurrió al viejo truco del cartón, tal como lo informó hace más de cuarenta años Andy Montañez y el Gran Combo.

En el dominó, 100 a 0 es zapatero, mientras que en el ping-pong callejero es 5 a 0… Ah, Zapatero también es el político español muy en boga, quien, por cierto, nada tiene que ver con este tema…

Cuenta la tradición católica que en el siglo III, en el marco de la persecución de Diocleciano, esos nobles zapateros, por órdenes del emperador Maximiano, fueron capturados, azotados, crucificados al revés y lanzados a un río, pero sobrevivieron por intercesión de unos ángeles. Ello hizo que su captor, Recio Varo, gobernador de Soissons y vicario de la Galia Bélgica del Imperio romano, ordenara su decapitación.

En el ánimo jocoso del venezolano se dice que el colmo de un zapatero es casarse con una "mujer suela". En la presente, el clamor (sin importar con quién decida contraer nupcias tan noble artesano) es que se logren acuerdos con Cavecal y su presidente, Luigi Pisella, en aras de que se hagan accesibles los precios para toda la feligresía creyente (o no) en Crispín, criminalizado por su función de evangelizadora y santificado luego de su cruel asesinato. Desde entonces, es patrón de todos los zapateros, sin importar sus credos.

A pesar de su apellido, ¿sabrá el presidente de la Cámara de la Industria del Calzado y Componentes lo difícil que es pisar descalzo? Que se unan fuerzas y los cantos que van de abajo hacia arriba lleguen a lo más alto, y que vayan en sentido inversamente proporcional a los costos y precios finales de tan necesaria creación.

Dicen que un buen calzado representa gran parte de la comodidad del ser humano. Por ello, sobran las súplicas del pueblo para sensibilizar a los taquititaquis industriales —con sede allá en Valencia— para que todo el que ora —y el que no, también— pueda comprarse al menos un par digno de zapatos, que ahora mismo están por las nubes…

De suela, deportivos, de tacón, sandalias, de patente, puntiagudos, punta roma, industriales, de gamuza, de cuero, de lona, brillantes, mates, machotes y pisamojones, masculinos, femeninos, unisex, incluyendo las cholas desde crocs hasta petroleras. Todos son bienvenidos para no andar como el tipo aquel que cuando llovía, quedaba descalzo.

Que el 25 de octubre, cuando se cumple un año más de la martirización de aquellos nobles zapateros que dieron la vida por sus creencias, sea una fecha de conciliación y democratización del derecho al calzado. Amén.

 

Luis Martín

 

P. S.: Tomado de la fuente Cavecal: "Al 31 de diciembre de 2018, el 80% del mercado se manejaba con producción nacional". Ello representaba unos doce millones de pares bajo la bandera de "Hecho en Venezuela", mientras que se estimó que, en 2019, el 60% correspondió a la importación y los restantes seis millones de pares fueron productos nacionales. Dios nos agarre confesados…


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