25/05/25.-  Aunque Caracas amaneció con un cielo que invitaba a quedarse durmiendo hasta tarde, muchos vecinos de mi calle, en Lídice, decidieron, al igual que yo, ir a ejercer su deber y derecho al voto con los primeros rayos del sol.

Al llegar a mi centro pude ver cómo la gente daba muestras de familiaridad con los procesos de votación: llega, se busca en la lista para saber en qué mesa le corresponde poner en práctica su derecho; una vez en el lugar se dispone a recorrer la herradura... En fin, ya votar es un acto cotidiano para la mayoría de los venezolanos, producto de los más de 30 procesos electorales que han tenido lugar en el país desde 1999 hasta hoy.

Son varios los centros de votación con los que cuenta esta comunidad: la Escuela Juan Bautista Alberdi, Liceo Perú de Lacroix, Escuela Agustín Aveledo y la Universidad Experimental Miguel Antonio Caro.

Son cuatro cuadras desde mi casa hasta mi centro de votación. Vendedores de hortalizas con sus tarantines en distintas esquinas; areperas ambulantes, vendedores de café... Con el agregado de muchas personas conversando mientras caminaban dirigiéndose a sus respectivos lugares donde ejercerían el sufragio este domingo de elecciones.

—¿Dónde votas tú? —me preguntó el señor Alberto, quien iba con su esposa y su hijo de unos 20 años.

—Yo voto en la Alberdi —le respondí. —¿Y ustedes? —le pregunté.

—Nosotros votamos en la Miguel Antonio Caro, justamente al lado del Parque Alí Primera —contestó—. Vamos apurados para no tener que hacer largas colas después.

El ambiente reinante en la Unidad Escolar Juan Bautista Alberdi, ubicada en el barrio El Manicomio, La Pastora, y donde se habilitaron 4 mesas para atender a más de mil electores —además del clima de armonía y cordialidad— mostró la madurez del pueblo venezolano a la hora de asistir a la escogencia de sus candidatos de su preferencia, para dirigir los destinos del país.

"Todo ha fluido con total normalidad. A medida que avanzan las horas se va haciendo mayor la afluencia de votantes, incluso, la visita de algunos veedores internacionales", acotó Gilberto Díaz, muiembro de mesa y habitante de El Manicomio.

FIDEL ANTILLANO / CIUDAD CCS