La miss Celánea | Recuento de un cuatrimestre movido
07/05/2025.- El tiempo es una cosa bárbara, muchachos y muchachas, ¡pasa volando!. Y en Venezuela, es verdad, no nos aburrimos. Pero si algo ha tenido este 2025 es que las noticias en el mundo han sido hasta generosas con nuestro país: es tanto, tantísimo el descaro y la hipocresía de las derechas alrededor del mundo, es tan brutalmente inhumano, inmoral, el comportamiento de los Trump, los Milei, los Netanyahu, los Bukele, los Noboa, que las izquierdas en todo el mundo casi no damos crédito a lo que ven nuestros ojos: el auge y futura caída de una coalición de megalómanos como posiblemente nunca antes hayamos visto en la historia. Estamos próximos a presenciar el desplome del imperialismo, y el síntoma principal es esa espantosa rabia, esa furia asesina, esa villanía sin pudor que han demostrado siempre los fascistas, solo que hasta hace poco todavía cuidaban las formas, y hoy en cambio dejan que se les vean los dientes de rata, los pelos pinchos de chupacabras en el cogote, las sonrisas de maníacos (por no decir demoníacas), las garras de carroñero, los tics, las muletillas, todos esos rasgos y gestos en los que, desde Venezuela, este rincón tan vapuleado del planeta, logramos identificar oportunamente las intenciones de los supremacistas, los ladrones, los genocidas, los narcos.
En enero, luego de unas navidades realmente tranquilas, y a pesar de la escalada del precio del dólar criminal y la violencia que nos impusieron los comanditos después de las elecciones que María Corina no se pudo robar, empezamos el año en santa paz y tolerancia. Un pueblo tranquilo y agradecido por todo lo que hemos logrado en los últimos años, esperó con cautela a que llegara el 10, y lo que ocurrió fue tan utópico, tan ideal, que todavía no sabemos qué hacer con todo este estrés postraumático que teníamos reservado para achacarle a ese día: por un lado, el pueblo venezolano salió a acompañar al presidente Nicolás a su toma de posesión y, por el otro, los pocos fieles que todavía le quedan a María Corina salieron escuetamente a acompañarla ya no sabemos a qué, solo sabemos que hubo un showcito llamado “la carterita azul ayer se me perdió”, y que la carterita apareció como tres días después en la habitación de un motorizado que estaba encaletado en un hotel de mala muerte, y que entre las cosas que había en la carterita estaba un celular de donde luego se sacó información con la que se pudo dar con el paradero de los criminales más peligrosos de todo Petare. Tan bella la Maricori.
En febrero, Milei se lanzó la aventurita esa de la criptomoneda falsa: una estafa de centenares de millones de dólares en la que cayeron libertarios y fascistas de cada rincón del mundo, que hoy día siguen siendo libertarios y fascistas, porque primero se quedan estafados y burlados, antes que voltearse en contra del corrupto orden bajo el cual pueden sentirse con derechos, inteligencia y capacidades superiores a las del resto de los mortales del planeta, aunque no haya una sola prueba de que eso sea verdad. Al sol de hoy, Milei no está siendo procesado judicialmente, a la criptoestafa le echaron tierrita, el sionismo ha comprado buena parte de la Patagonia, y la policía de Milei ha cometido gravísimos excesos en contra de adultos mayores y personas en general que protestan por sus derechos.
En marzo, simultáneamente con el recrudencimiento (una vez más) del genocidio que Israel está cometiendo contra la población palestina, Estados Unidos y El Salvador se aliaron en un negocio redondo que le permitió a Bukele recibir 6 millones de dólares a cambio de torturar y encarcelar a más de doscientos venezolanos deportados por orden de Trump, personas que no tenían cargos en su contra y que, en su mayoría, no tenían ni siquiera antecedentes penales, y aun así fueron encerradas como una bravucona advertencia de lo que es capaz de hacer el odio y el supremacismo cuando cuentan con el poder y la alcahuetería de los demás poderosos del mundo. El número de venezolanos enviados por Estados Unidos a El Salvador sigue creciendo, y con ellos crece también el compromiso de Venezuela de rescatar a quienes son nuestros hermanos, nuestros padres, nuestros hijos, nuestros compatriotas.
Este abril, el narcotraficante estadounidense que hace el papel de Presidente en la hermana república de Ecuador aplicó el modus operandi usado por María Corina Machado en julio 2024, con la diferencia de que el pueblo ecuatoriano no tuvo quién lo defendiera, y ahí está: “las actas fraudulentas de Noboa demuestran que Noboa ganó la Presidencia” y, aunque parece chiste, es una anécdota.
Mayo está aquí mismito y las elecciones a gobernadores son el momento para demostrar nuevamente la calidad, la altura de nuestro pueblo. No me cabe duda de que haremos una participación ejemplar para el resto del mundo, como tampoco me cabe duda de que desde afuera nos están cocinando cualquier otra trampa, cualquier otro ataque con el que podremos como hemos podido con todo.
“Aquí hay un pueblo digno”, diría Chávez. Y Chávez sabía lo que decía.
Malú Rengifo