27/12/25.- Los ministros de Defensa de Tailandia, Nattaphon Narkphanit; y Camboya, Tea Seiha; firmaron este sábado un cese al fuego de aplicación inmediata que pone fin a semanas de intensos enfrentamientos fronterizos.

El acuerdo, que será el segundo en seis meses tras semanas de enfrentamientos. llega después que la última escalada de violencia dejara un saldo trágico que supera el centenar de fallecidos entre civiles y militares de ambos países; y cerca de 700 mil personas desplazadas.

El pacto crucial, que entrará en vigencia inmediatamente, establece un marco de respeto mutuo y desescalada de las tensiones y será supervisado por los emisarios de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean), dicen medios internacionales.

Asimismo, ambas naciones se comprometieron formalmente a eliminar cualquier ataque dirigido contra la población civil, militares e infraestructuras ubicadas en la zona limítrofe de 820 kilómetros.

El documento de tregua detalla varias medidas concretas para asegurar la durabilidad. Entre ellas se incluye la prohibición estricta de provocaciones como el desplazamiento de tropas en las áreas en disputa, un factor que había recrudecido el conflicto en los meses recientes.

Además, los mandos militares acordaron retirar las minas antipersona, una demanda persistente de Bangkok, que acusa a la capital Nom Pen de haber instalado nuevos artefactos explosivos en la zona.

Los gobiernos también pactaron no aumentar el número de efectivos militares en la frontera y cooperar en la lucha contra delitos transnacionales como la trata de personas y el fraude digital, reseña Telesur en su web.

Origen del Conflicto

El trasfondo de esta disputa radica en la demarcación territorial de la frontera, una línea definida durante el período colonial francés que sigue siendo motivo de desacuerdo entre los reinos. Para abordar el tema, las partes establecieron que será resuelta mediante mecanismos bilaterales de negociación.

El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, celebró el anuncio a través de su portavoz, Stéphane Dujarric, calificándolo como "un paso positivo para aliviar el sufrimiento de la población civil, poner fin a las hostilidades en curso y crear un entorno propicio para el establecimiento de una paz duradera".

Este alto el fuego busca permitir que cientos de miles de desplazados, que viven en tiendas de campaña o albergues saturados desde la reanudación de los combates el 7 de diciembre, comiencen a retornar a sus hogares.

CIUDAD CCS