27/12/25.- La decisión de Israel de reconocer unilateralmente la independencia de Somalilandia generó un rechazo global y evidenció una estrategia de Tel Aviv para desestabilizar regiones mediante hechos consumados, sin respeto al derecho internacional. Más de 50 países, así como organismos regionales y gobiernos de África y Medio Oriente, condenaron la medida, argumentando que pone en riesgo la paz y estabilidad del continente africano.

La Unión Africana (UA) fue especialmente contundente; el presidente de la Comisión, Mahmoud Ali Youssouf, manifestó su profunda preocupación y rechazó categóricamente el reconocimiento, advirtiendo que esto socava la integridad territorial de Somalia y abre un peligroso precedente con consecuencias imprevisibles para el continente. La postura africana refleja la oposición a acciones que puedan fragmentar y desestabilizar la región, especialmente en un escenario donde Somalia considera a Somalilandia como parte inalienable de su territorio.

Diversos países y actores internacionales expresaron su condena ante esta decisión, incluyendo a Turquía, Egipto, Yibuti y Somalia. Los Ministros de Asuntos Exteriores de estas naciones sostuvieron conversaciones en las que enfatizaron que tal reconocimiento viola la Carta de las Naciones Unidas y los principios del derecho internacional, además de representar una amenaza a la paz regional e internacional.

 

 

 

 

 

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Desde Turquía, el portavoz del Ministerio de Exteriores, Oncu Keceli, calificó la acción israelí como un ejemplo de políticas ilegales que fomentan la inestabilidad, denunciando un patrón expansionista similar al que mantiene Israel respecto a Palestina. Somalia, por su parte, alertó que tales acciones afectan su soberanía y exacerban las tensiones en áreas consideradas estratégicas, como el Cuerno de África, el mar Rojo y el golfo de Adén, generando mayor inseguridad en la región.

En el contexto geopolítico, la decisión de Netanyahu, justificada inicialmente por los Acuerdos de Abraham de 2020, es vista por analistas como una estrategia para que Israel gane aliados y presencia en áreas clave, especialmente en el mar Rojo, ante su creciente aislamiento internacional. Muchos expertos consideran que el reconocimiento de Somalilandia responde más a cálculos de poder que a principios de autodeterminación, y que refleja un intento israelí de ampliar su influencia mediante alianzas oportunistas que desafían el orden jurídico internacional.

Somalilandia, que se declaró independiente en 1991 en el noreste de Somalia, aún no ha obtenido reconocimiento internacional formal, y la medida israelí ha sido interpretada como una jugada que profundiza las tensiones en una zona de alta complejidad geopolítica.

Cabe destacar que Somalilandia, situada en el noroeste de Somalia y con capital en Hargeisa, hasta ahora no había logrado el reconocimiento formal de ningún Estado.

CIUDAD CCS