26/12/25.- Rusia se prepara para convertirse en un país autosuficiente en la fabricación de aeronaves civiles, con la capacidad de producir todos los componentes necesarios dentro de su propio territorio. 

Así lo anunció el viceprimer ministro Denís Mánturov en una entrevista concedida al diario Védomosti, donde destacó que el país será “un país único donde se van a fabricar todos los componentes para aviones”.

Este objetivo estratégico responde a la necesidad de fortalecer la soberanía tecnológica en un contexto geopolítico complejo, marcado por las sanciones impuestas por países occidentales. 

En este escenario, la industria aeronáutica rusa ha acelerado su desarrollo para garantizar la continuidad operativa de su flota y la expansión de su capacidad productiva.

Actualmente, dos aeronaves MS-21 –modelo diseñado para cubrir rutas de media distancia– se encuentran en fase de pruebas de certificación en el aeropuerto Zhukovski de Moscú. 

Los ensayos incluyen la evaluación de características aerodinámicas, sistemas de control, estabilidad y comportamiento en distintas condiciones de vuelo, así como la verificación de todos los sistemas de a bordo.

Mánturov detalló que en el MS-21 se han sustituido cinco sistemas claves que anteriormente no se producían en Rusia: el sistema de movimiento de dispositivos hipersustentadores del ala, el sistema de suministro eléctrico con control digital, el sistema de alerta de amenazas externas, el sistema de control de frenos del tren de aterrizaje y el sistema de aire acondicionado.

Además del MS-21, se prevé el inicio de la producción nacional del Sukhoi Superjet 100 (SSJ-100) y del Il-114, una vez concluidas sus respectivas fases de certificación. Estos avances consolidan la apuesta del país euroasiático por una aviación civil independiente, moderna y adaptada a sus necesidades internas y proyecciones internacionales.

CIUDAD CCS