31/10/2025.- ¡¿Hasta cuándo, Trump?! Compañero, usted no tiene idea de lo que es estar en la clandestinidad. Esta vaina es un suplicio. Una tortura más. Así que, por favor, decídase a dar el paso más chévere. Aquí nos la pasamos jugando carga la burra, y abandonamos el juego de truco porque hay un cumanés que cuando tiene el perico grita más duro que Rodrigo de Triana diciendo: "¡Tierra! ¡Tierra!". Entonces, paramos esa vaina porque, con esa gritadera, nos iban a descubrir los cuerpos represivos de la dictadura. Eso que llaman ahora fusión militar-policial-popular —es decir, todo el mundo— nos puede sorprender de un momento a otro, así como agarraron a los compañeros que iban a volar el barco gringo en Trinidad para ver si usted se decidía a echarle bolas y bajar a este dictador del autobús donde anda montado desde hace años. Usted, compañero Trump, hágale caso al compañero Marco Rubio, que ese le tiene unas ganas a la dictadura que se le notan cada vez que dice: "Veeeenezuela", y véngase con todo. Tienen ese mar Caribe cargado de barcos, bombarderos y submarinos atómicos. Para remate, en el cielo, dando vueltas, hay aviones de todo tipo. Uno no sabe qué carajo están esperando para sacarnos de la clandestinidad y ponernos en Miraflores de una vez, por mucho más tiempo que el compañero Pedro Carmona Estanga, que no pudo ni calentar la silla.

Aquí cada día somos menos, porque los zancudos han alejado a un buen número de compañeros que no están acostumbrados a este ritmo de vida. Eso de abandonar el aire acondicionado y la buena vida para andar por este monte eran vainas del compañero Gabriel Puerta. Nosotros no tenemos esa costumbre, pero esa fue la orden de la premiada compañera María —Súmate— Machado, y aquí estamos, soportando esta pena tan honda. También es cierto que hay mucha gente que nos apoya, pero que no hacen un carajo por ayudarnos, sino que están esperando la invasión o la sorpresa o el viaje por Wasap o Facebuk. Si usted lee las redes sociales, pareciera que ya estamos en el poder. Aquella vaina, entre compañeros y todos los robots que pagamos para que jodan a todos los chavistas en las redes, es del carajo, pero así no se llega al poder. Al poder se llega como queremos todos: tumbando y capando. En Miami, Salamanca y Bogotá, nuestros compañeros están siempre pendientes y apoyando su causa, compañero Trump, tanto que hasta el compañero poeta Leopoldo —Verso Corto y Verso Largo— Mendoza arriesgó su nacionalidad por esta causa. Eso se agradece, porque no estaba haciendo un carajo por nosotros. Ahora, cuando pidió invasión, sabía que le iban a quitar la nacionalidad y salió adelante a decirle a usted que se decidiera. También el compañero Yon Goicoechea, un genio de nuestra juventud luchadora que ganó el premio Milton Friedman, ha decidido, como el poeta López, entregar su nacionalidad y apoyar la invasión de usted, compañero Trump. Tenemos que hacer un comercial con esos dos prohombres, donde digan: "Perdimos la nacionalidad, pero no hemos perdido las ganas de luchar por la libertad de Venezuela".

El papá de Margot llegó de la calle diciendo: "Esto no lo aguanta nadie. El compañero dólar está solo peleando contra la dictadura. Cada día se dispara y nos deja a todos turulatos, y en cualquier momento también nos saca del juego a nosotros. No tenemos en quién confiar. Ahora Leopoldo dice que Capriles es chavista, lo que quiere decir que no solo traicionó a la patria, también está traicionando a Capriles. Y a lo mejor Capriles está pensando que si Ricardo Sánchez se metió a chavista y ahora es ministro de Educación Universitaria, a lo mejor a él, a Capriles, si se mete a chavista lo ponen de vicepresidente. Esto no lo aguanta nadie, como decía el compañero Carlos Andrés Pérez cuando hablaba del compañero Caldera". Y se fue al cuarto y agarró la puerta y le metió ese coñazo tan duro que la vecina salió gritando: "¡Yaaaaaa! Me voy pa'l mar Caribe, que ahí se vive mejor".

—¿Quién le dijo que yo era risa siempre, nunca llanto? —me declama Margot.

Roberto Malaver