06/08/2025.- Nuestra tierra no se cansa de dar la cómica, y así una treintena de expresidentes de Iberoamérica junto a dos de España firman una carta dirigida a la ONU, la OEA y la CIDH en apoyo al recientemente condenado a 12 años de cárcel, el ex primer mandatario de Colombia, por décadas ficha del narco y de la violencia paramilitar, Álvaro Uribe Vélez.

“A pesar de todas las vulneraciones e irregularidades, Álvaro Uribe Vélez, colombiano ejemplar y expresidente de Colombia, se ha sometido a la justicia, ha comparecido personalmente, ha colaborado en cada instancia y cada paso de este tortuoso procedimiento”, describe el documento escrito como si Uribe Vélez fuese un extraterrestre recién llegado a la Tierra, del que nada se sabe.

Lamentablemente para esta trulla de bates quebrados en situación de retiro, a Uribe Vélez se le conoce “de atrás” y no precisamente por sus acciones humanitarias.

Se sabe que fue nombrado director de Aeronáutica Civil al principio de su carrera, que ha ido creciendo en paralelo al narcotráfico colombiano.

En ese entonces, Colombia exportaba marihuana, un producto que hoy día los yanquis no requieren importar porque su país es el mayor productor de “marimba o mafafa”, pero que en esos años necesitaba licencias para operar desde aeropuertos escondidos en fincas, vuelos fantasma con destino a Estados Unidos, necesidad que el joven Uribe Vélez cubrió entregando en un año más permisos para pistas aéreas que en toda la historia de Colombia.

Sabido es que AUV formó los primeros grupos paramilitares para "combatir" la insurgencia guerrillera, pero en realidad fue para sacar a los campesinos de buenas tierras, que nunca les pagaron y que fueron vendidas a transnacionales.

Esos paracos, cuyo jefe era y es Uribe Vélez, fueron los que inventaron darle otro uso a las motosierras cuando asesinaron, por motivos políticos o económicos, a seres humanos, cortándolos en trozos, estando vivos y atados con cadenas.

Sin embargo, los expresidentes fracasados y el que nunca lo fue, pero que, a cuenta de haberse autojuramentado en una plaza de Chacao, facilitó que yanquis e ingleses nos robaran las cuentas bancarias, empresas y oro, me refiero a esa porquería que es Juan Guaidó, en esa carta infame dan a entender que Álvaro Uribe Vélez es un defensor de los derechos humanos, lo cual, a pesar de ser una mentira insostenible, no nos debe extrañar en un mundo en el que al pedófilo que ocupa hoy la Casa Blanca,  postula al carnicero de Gaza como Premio Nobel de la Paz, días antes de que Donald Trump señale que “su ejército está listo para una guerra nuclear”.

¿Defensor de derechos humanos Álvaro Uribe Vélez?

Cómo no, pregúntenle a las víctimas de las motosierras, a los inocentes asesinados por el ministro de la Defensa como si fuesen guerrilleros, para cobrar recompensas al estilo “Viejo Oeste”, es decir, en el lenguaje enredado de los comunicadores: falsos positivos.

Pregunten la opinión de los casi tres o cuatro millones de colombianos que se han marchado al exterior huyendo de la violencia desatada por este matón Uribe Vélez, ahora disfrazado de víctima. No jilen.

Domingo Alberto Rangel