20/07/25.- Producto de semanas de negociación entre las máximas autoridades del Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y el Gobierno de los Estados Unidos llegaron este pasado viernes a la tierra que los vio nacer los 252 venezolanos secuestrados en El Salvador.

Los connacionales, una vez llegados a suelo patrio, no ocultaron su emoción y contentura por haber salido de aquel encierro que tuvieron que soportar por más de cuatro meses desde que el pasado marzo fueran deportados por EEUU de manera ilegal como prisioneros hacia el país centroamericano.

Pero, también dieron a conocer los vejámenes de que fueron víctimas en la cárcel de máxima seguridad conocida como Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot): “Estuvimos secuestrados durante las 24 horas de cada día”, comentó uno de los liberados durante la conversación que sostuvo la periodista Madelein García (Telesur) con los repatriados, en el propio avión que los trajo de vuelta.

Asimismo, otro de los jóvenes indicó que llevaban "golpe de desayuno, golpe de almuerzo y golpe de cena” como una rutina diaria por parte de funcionarios del recinto.

Al mismo tiempo, uno de los deportados denunció que estuvieron privados del vital líquido. “El agua que tomábamos era la que podíamos tomar mientras nos bañábamos, porque no nos daban agua potable”, señaló.

“Dormíamos en una lata porque no nos daban colchones”, se oyó decir a otro de los muchachos.

"No sabíamos qué día era, ni siquiera la hora", contó una de las 250 víctimas.

Son solo parte de los testimonios de algunos de los pasajeros de uno de los dos aviones que llegaron a Venezuela el pasado viernes desde El salvador.

Entre tanto, el ministro del Poder Popular para el Interior, Justicia y Paz, Diosdado Cabello, anunció que algunos de los jóvenes rescatados llegaron heridos desde El Salvador, algunos de ellos por perdigones.   

 

 

 

 

 

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En consecuencia, Cabello anunció que Venezuela, además de condenar estas violaciones a los Derechos Humanos, hará las denuncias correspondientes por las torturas y demás ataques que han cometido en contra de estos jóvenes.

Agregó, que “en las celdas también les disparaban, iban pasando por las celdas y les disparaban balas de goma, tienen marcas por todo el cuerpo. La comida un desastre. Una sola vez al día les daban comida a estos jóvenes”, dijo.

Finalmente, la ALBA-TCP expresó que respalda firmemente todos los esfuerzos del Gobierno venezolano por exigir un trato digno y justo para los migrantes. "Condenamos toda forma de criminalización y persecución contra nuestros migrantes", dice la comunicación.

FIDEL ANTILLANO / CIUDAD CCS