10/06/25.- El gobierno de Donald Trump reforzó el despliegue de la Guardia Nacional en Los Ángeles enviando otros dos mil soldados, lo que eleva la cifra total a casi cinco mil oficiales en la ciudad. Este movimiento ha generado tensiones con el gobernador Gavin Newsom y defensores de los derechos civiles, ya que el despliegue se realizó sin la aprobación del gobernador de California.

Trump anunció el despliegue inicialmente sin consultar a las autoridades estatales, lo que fue considerado inusual y político, siendo la primera vez en 60 años que el gobierno federal actúa de esta forma en California.

Por su parte, el fiscal de California, Rob Bonta, presentó una demanda contra la administración Trump, alegando que la medida abusaba de la autoridad federal y violaba la décima enmienda de la Constitución. Mientras tanto, Newsom denunció que los soldados desplegados en Los Ángeles enfrentaban condiciones precarias, como hacinamiento y falta de comida y agua, criticando, además, que la acción no responde a una necesidad de seguridad pública, sino a intereses políticos y de ego del presidente.

A estos cuatro mil soldados de la Guardia Nacional se suma un batallón de unos 700 infantes de marina, enviados con el pretexto de controlar protestas contra recientes redadas migratorias. Según el Departamento de Defensa, estas tropas ayudarán a proteger edificios federales en Los Ángeles, principalmente en el complejo federal que incluye centros de inmigración y cortes, donde las actividades oficiales fueron suspendidas en medio de manifestaciones.

Actualmente, solo unas decenas de soldados permanecen en el complejo federal, pero la presencia militar ha provocado un impacto en la atención pública, con la suspensión de actividades en el Servicio de Inmigración y Ciudadanía y en las cortes migratorias.

Las manifestaciones continuaron, aunque con menor afluencia y sin incidentes graves, en medio de un escenario tenso entre las autoridades federales y estatales en California.

CIUDAD CCS