03/06/25.-  Estudios han demostrado que los crucigramas tienen más matices que solo mantener el cerebro en forma. Una investigación reciente  reveló que los individuos con deterioro cognitivo leve (DCL) que hacían crucigramas durante 12 semanas mostraban una mejora cognitiva.

Aunque, los resultados fueron impresionantes porque se produjeron en un grupo muy específico de personas que ya experimentaban deterioro cognitivo, la mejora también fue modesta. En comparación con la investigación en el 2024, la cual demostró la relación entre los rompecabezas y el progreso de las capacidades cognitivas.

También comparó el estilo de vida de más de nueve mil personas y llegó a la conclusión de que los juegos de mesa y los crucigramas eran los mejores predictores para el reforzamiento del raciocinio como de la memoria y la capacidad verbal (los videojuegos ocupaban una posición igual de alta).

Sin embargo, pese a que este tipo de estudios son reconfortantes para los apasionados de los rompecabezas, hay un problema: la relación entre ellos y la salud cerebral puede ser correlación y no causalidad.

Los rompecabezas pueden tener varios beneficios, la investigación es mucho más fuerte en apoyo de otras intervenciones de estilo de vida para mejorar la salud del cerebro.

Asimismo, estos solo mejoran habilidades específicas (vocabulario, reconocimiento de patrones), no la inteligencia fluida o creatividad. De hecho, un estudio en Nature Aging (2024) advierte que su efecto "protector" desaparece si no se combinan con aprendizaje activo, como por ejemplo: aprender un idioma nuevo.

Los crucigramas son un complemento, no una solución integral. La evidencia más sólida apunta a combinar ejercicio, dieta, sueño, socialización y desafíos cognitivos novedosos para una salud cerebral óptima, con información de medios digitales.

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