31/05/2025.- Las recientes elecciones regionales y legislativas que tuvieron como escenario la República Bolivariana de Venezuela están dando dolores de cabeza al gobierno de Estados Unidos (EE. UU.), presidido por el adversario más imprudente, Donald Trump. Sin lógica convincente, actúa de forma abierta contra el proceso político que lidera el presidente venezolano Nicolás Maduro. Por lo visto, Trump intuye que la Revolución Bolivariana entró en una etapa irreversible porque se ha fundado con el espíritu del pueblo y el profundo apoyo a la nueva democratización de la sociedad.

No es raro señalar que el gobierno norteamericano tiene aquí en Venezuela defensores a ultranza que apoyan su crueldad, agresión a los derechos humanos, asesinatos, bloqueos económicos, saqueos, mercenarismo paramilitar, gansterismo vulgar y la grosera intromisión en los asuntos internos de otros países. Entre los defensores a ultranza de las atrocidades de EE. UU. en Venezuela están los siguientes personajillos apátridas: Juan Guaidó, María Corina Machado, Julio Borges, Carlos Vecchio, Leopoldo López, Antonio Ledezma, Iván Simonovis, los hermanos Guanipa (Juan Pablo, Tomás y Julián), entre otros, a quienes no hay que darles descuido en ningún momento, tanto en el ámbito civil como en el militar.

El pasado domingo 25 de mayo de 2025, día de los comicios parlamentarios, los militantes del Gran Polo Patriótico Simón Bolívar (GPPSB) expresaron saber cómo elegir por sus candidatos debido a que ya los habían conocido, lo que les permitió hacer una votación bien fundada. Por el contrario, algunos opositores ni siquiera sabían quiénes eran los suyos o solo tenían una imagen superficial. La disociación organizativa de la oposición no les permitió cohesionarse. La parte opositora pacífica que aceptó medirse en los comicios regionales y legislativos, ávida de protagonismo, pero muy fraccionada, no pudo lograr la unidad. Su papel fue la desviación de la línea terrorista de Juan Guaidó y María Corina Machado, quien pregonaba la abstención, un llamado que resultó todo un chasco.

Desde la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE), que preside el doctor Elvis Amoroso, el vicepresidente de dicho organismo, Carlos Quintero, informó a las 11:40 p. m. el primer boletín oficial sobre los votos emitidos en las elecciones número 32, en más de 26 años de revolución, para gobernadores y autoridades parlamentarias del día domingo 25 de mayo de 2025, con la participación del 42,63% de los electores. A favor del Gran Polo Patriótico, con el 93% de las mesas escrutadas por el CNE, la organización política revolucionaria bolivariana obtuvo 4 millones 553 mil 484 votos, el 82,60%; entretanto, la parte opositora que participó solamente logró el 17,30% de los votos sufragados.

De este proceso electoral, cabe señalar que no se trató de una elección presidencial en la que se moviliza más población. Causas diversas, como la estrategia de los que asumen una actitud de menosprecio ante las elecciones, pasan por alto las necesidades e intereses de la gran masa electoral en que concurren factores políticos, económicos, sociales y culturales propios de una democracia pluralista.

En estos comicios del 25 de mayo de 2025, los candidatos del GPPSB obtuvieron la gran mayoría de los diputados a la Asamblea Nacional, de los Consejos Legislativos y de las gobernaciones (en especial, la gobernación de la Guayana Esequiba). La oposición ultraderechista, que sigue beneficiándose de lo que el imperialismo norteamericano y algunos de sus aliados le han robado a Venezuela, quedó supuestamente afuera.

Los terroristas encabezados por la mercenaria y colérica María Corina Machado, que siguen a las órdenes de los enemigos de Venezuela, se imaginaron que podían infligir un grave daño al gobierno del presidente constitucional Nicolás Maduro, pero quedaron frustrados. Su gran error fue tratar de aterrorizar a millones de venezolanos. Se cayeron por un barranco al desestimar la acción del sistema nacional de inteligencia y contrainteligencia del país. De ahí que se parezcan a una mosca que intenta destruir a un ejército de un millón de fumigadores de plagas.

La verdad, nada más que la verdad: los opositores que estuvieron y están en contra del valor del mandato constitucional del pueblo, que ejerció su derecho al voto soberanamente el 25 de mayo de 2025, pretendieron el aplastamiento total del Estado venezolano. Lo intentaron mediante una acción traicionera que contaba con la colaboración de EE. UU., de lacayos colombianos como Álvaro Uribe Vélez, Iván Duque, Juan Manuel Santos, Andrés Pastrana y del incondicional ecuatoriano Daniel Noboa. Todo esto ocurrió con el visto bueno del actual secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio.

En las elecciones regionales y parlamentarias del pasado 25 de mayo de 2025, hombres, mujeres y jóvenes venezolanos pusieron todo para cumplir con la victoria del Gran Polo Patriótico, la organización política revolucionaria que los condujo a derrotar a quienes, con la bandera del terrorismo, aspiraban, con el absoluto desprecio, a imponer la perversa política exterior de la Casa Blanca.

J. J. Álvarez