Psicosoma | Festival de las Artes
¡Señor!, Tú que enseñaste, perdona que yo enseñe,/ que lleve el nombre de maestra/, que Tú llevaste por la Tierra./ Dame el amor único de mi escuela;/ que ni la quemadura de la belleza/ sea capaz de robarle mi ternura/ de todos los instantes./ Maestro, hazme perdurable el fervor y pasajero el desencanto/.
La oración de la maestra Gabriela Mistral
27/05/2025.- En el marco del Festival Estudiantil de las Artes (FEA) —programa del Ministerio de Educación pública que promueve expresiones artísticas de estudiantes en todas las modalidades del sistema educativo (Artes escénicas, musicales, literarias y visuales)—, fuimos con la organización Sistemas Modernos de Enseñanza (SME): "especializada en desarrollar proyectos para mejorar las competencias y la reducción de la incertidumbre de los estudiantes por medio de publicaciones impresas que ayudan a los padres de familia, que son los primeros y más importantes maestros de los niños; la participación activa en la educación fortalece el vínculo y mejora su rendimiento académico", a cargo de don Wily Azoefeifa y Renato Azofeifa, a la Escuela Guatuso en Patarrá.
Todo hacer humano se siente con el corazón y está atravesado de poesía, porque la emoción y sentimientos imantan sueños y esperanzas, al decir de la maestra poeta Gabriela Mistral: "Antes de tu clase, cultiva tu corazón" y así debería ser; amar a esos otros chiquitos que en realidad son nuestras prolongaciones en diferentes etapas y procesos del vivir: "Cuando se tiene un hijo, se tiene el mundo adentro/ y el corazón afuera/. Y cuando se tienen dos hijos/ se tienen todos los hijos de la Tierra,/ los millones de hijos con que las tierras lloran.../ "Los hijos infinitos" de Andrés Eloy Blanco. Escucho las conversas y risas a borbotones, vienen abrazos, curiosidad en una mañana del 21 de mayo al ruido infantil, expectantes, con una formación disciplinada, admirables al presentar sus actuaciones.
La maravillosa infancia cognoscente se alimenta al estar rodeada por el arte y el libro, como un eje fundamental los motiva el contacto, tocar, leer títulos, preguntar por los contenidos y comprar. La pedagogía amorosa del Eros pedagógico facilita aprendizajes y cuan básica es la impronta familiar como la niña Sofía Godínez Segura, que lee su libro y me provoca escucharla porque degusta sus líneas.
Al decir del poeta Aquiles Nazoa de los "poderes creadores del pueblo", la poesía nos imanta con la fuerza creativa de la imaginación y así, al amparo del pico blanco, las montañas de Escazú con la organización SME, Colección Trazos de Signo Editores, vamos cual Quijote a promocionar libros.
Es inevitable la retrospección, mis recuerdos de nena antes de caminar, cuenta mi madre Pilar que bailaba e ingresé a primaria —antes era transición y no había preescolar— directo al primer grado porque sabía leer; ya me había "comido" la mayoría de cuentos infantiles, pero lo maraviloso era que me contaran los cuentos teatralizados y era casi un fastidio con mamá y las primas; luego me resigné a leer sola y escribir.
En flashback me veo con estudiantes de la Escuela Guatuso en el Festival de las Artes FEA, con más de 400 niñas y niños, representantes, maestras jovencitas, maduritas, con un director en "estreno", don Álvaro Montero y la magistral conducción del evento por la maestra Cynthia Cordero.
"Mi pasión es leer", leernos, amar las artes y en este encuentro al pie de las montañas, distrito de Patarrá, es un lugar de paso para ir a Cartago y se llama así porque los indígenas trasladaban cal a las cercanías de Guatuso.
La escuela de primaria Guatuso en Patarrá, Cantón Desamparados, Provincia de San José, se encuentra a una altitud de 1.249 metros sobre el nivel del mar, cerca del pueblo Tirrases y a mitad de la villa Desamparados, con una población estudiantil de cuatrocientos estudiantes en turnos de mañana y tarde; cuenta con un comedor, y lo llamativo en la entrada es una placa que dice: "Este es un centro educativo libre de violencia", en colores rojo y negro, con letras blancas en una pared de ladrillos verde limón que provoca leer varias veces como las indicaciones: Qué hacer si hay un temblor y fotos de las etnias indígenas de Huetares, Térrabas, Bruncas, Bribrís, Malekus, Ngabe, Cabécares, Chorotegas.
Es toda una fiesta de las artes al salir desde las montañas de Escazú del pico Blanco a las montañas de Patarrá al pie de la Fila Ventolera, que forma parte de la cordillera central; comentan que llamaban de esa forma a las personas descalzas que trabajaban con las caleras en moliendas de piedras calizas y tenían los pies rajados, rotos, "patarrajá" y otros dicen que es por el nombre de un bejuco.
Las presentaciones fueron extraordinarias en canto, música, bailes, lecturas, dramatización, creaciones poéticas, con poesía coral: Cantemos a la paz y todavía me resuenan sus voces angelicales, "la paz del alma nunca cansa", con niñas y niños que salían en grupos y cada uno decía un verso y luego, en conjunto; las danzas coloridas, las bailarinas con rock de "la plaga" a cargo de la docente Fernanda Ríos, de segundo grado; el profesor de música Alan interpreta con el saxo; fue dirigida con sobriedad por la maestra de ceremonia Cynthia Cordero. En la Biblioteca están las exposiciones de artes visuales y literarias: la hija de los ementos, lana de oveja Gamer, diferentes pero especiales, me siento bien.
En la mañana me presentan para contar sobre El Principito (sus viajes por los planetas y el encuentro con el aviador que tiene el avión averiado en pleno desierto del Sahara y...) y la conexión fue inmediata con estudiantes, representantes.
Compartimos con el nuevo director en ejercicio, Álvaro Montero, al platicar sobre la importancia vital de la promoción del libro y lectura con talleres de creación literaria, dramatización y bailes... así, también fueron magníficas las atenciones de Ángela y Rocío (encargadas de la cocina) con una exquisita lasaña, torta, café y sus historias de vida únicas.
La población estudiantil de la tarde fue más extrovertida con los cantos modernos, bailes que nos animaron y, ya al cierre del magno Festival, no puedo concluir por los compartires con Lily, que atendía la exposición de libros infantiles del SME; Maritza, del departamento del fotocopiado cerca de la promoción de libros, que nos anima a bailar una linda cumbia y el estudiantte Moisés Sánchez, invidente con problemas cognoscitivos, es un ex graduando y su mamá Virgita Mora, de la etnia Cabécar, es una mujer bellísima, con una capacidad verbal, decía oraciones en su lengua e intercambiaba sonidos con saludos y despedidas en quechua, del pueblo profundo del sur del Perú; del taita escritor José María Arguedas, Warma kuyay (amor de niño).
Rosa Anca