Estoy almado | Participación para el 25M
11/05/2025.- El mensaje de las imágenes evidenciaron una buena participación de la población en el simulacro electoral efectuado este sábado. Lo que se veía eran largas filas, sobre todo en las capitales. Algo es claro: por naturaleza a los venezolanos les gusta votar.
No hacerlo es sinónimo de desconectarse de la actualidad. Al menos los adultos y personas de la tercera edad lo hacen sabiendo que el voto, como las oportunidades, no se puede desperdiciar. En el caso de los jóvenes, quizás haga falta más información o idear mejores vías de politización según sus gustos e intereses etarios. Aún persisten muros de prejuicios por derribar.
Lo que sí es evidente es que la desmovilización electoral promovida por la extrema derecha está teniendo éxito en sectores considerados bastiones opositores como, por ejemplo, en los municipios Chacao, Sucre, El Hatillo y Baruta, en Miranda. En esos lugares dejaron inoculado el germen del supuesto fraude del 27 de julio y se olvidaron de ellos. Por eso, los candidatos opositores que sí participan en este proceso electoral la tienen cuesta arriba. Son presos de su propia paradoja: hablan (con Capriles a la cabeza) de no “regalarle el voto al chavismo”, después de deslegitimar precisamente el voto hasta el hartazgo.
Este fenómeno de bumerán político lo confirmó a la prensa un candidato a diputado por la oposición, diciendo que el adversario más fuerte es la desinformación. Dijo: “Nuestra gente (sic) no está informada del proceso, no sabe quiénes son los candidatos”. Están, afortunadamente, entrampados con su propia base electoral, a la cual ahora deben movilizar después que les dijeron que más nunca votaran.
El chavismo, por su parte, ha movilizado buena parte de su base electoral, transcurridos nueve meses de la elección presidencial. También vienen sumando personas que estaban atrapadas por la desesperanza, la apatía y desencanto. Un factor clave han sido las consultas comunales. Sin duda, son un motor natural de movilización política a lo interno de las comunidades, Hasta quienes no comulgan con la Revolución, votan por sus proyectos comunitarios.
Claro, nada de eso garantiza una alta participación. De hecho, históricamente el porcentaje de participación en elecciones regionales o parlamentarias no es igual a una votación presidencial. El promedio es entre 35 y 45%, aunque recientemente la encuestadora Hinterlaces proyectó que 52% de la población votará el 25 de mayo, con lo cual sería un buen hito electoral en el país.
Sea cual fuere el resultado de participación, la jornada electoral de mayo es apenas el comienzo de un ciclo de eventos electorales, incluyendo otras consultas comunales nacionales y sectoriales (juventud y cultores) y un posible referendo por el proyecto de reforma constitucional, que seguramente el antichavismo venderá como un plebiscito presidencial. Veremos.
Manuel Palma