Comentarios noticiables | La debilidad de la oposición...

No es ningún secreto

10/05/2025.- La fuga de la Embajada de Argentina en Caracas de cinco integrantes pertenecientes al grupo opositor Vente Venezuela, que estaban protegidos por el gobierno del presidente de esa nación sudamericana, Javier Milei, fue posible, según la afirmación del subsecretario de Estados Unidos (EE. UU.), Christopher Landau, divulgada en su red X, gracias al equipo que facilitó ese operativo. Sin embargo, se ha comentado que hubo cooperación en este caso de la Embajada de Italia en Caracas. También lo confirmó la jefa de Vente Venezuela, María Corina Machado, opositora venezolana que aún goza de los privilegios que le otorga el gobierno estadounidense y que es, a su vez, orientada por el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, quien se encuentra de plácemes por lo que ha calificado de un operativo de fuga exitoso.

Para los fugados opositores, Magalli Meda, Claudia Macero, Omar González, Pedro Urruchurtu y Humberto Villalobos, obraron a su favor una cantidad de prerrogativas en la Embajada argentina. Gozaron de los privilegios otorgados por el presidente argentino, Javier Milei, quien les dio el respaldo en varios hechos de golpismo, la realización de acciones delictivas y otras de carácter terrorista contra el pueblo y el gobierno constitucional del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros. Las conductas de los fugados son intolerantes y hostiles, aunque presentan diferencias tanto en relación con la pertenencia a una clase social como en las formas de manifestación de esa conducta intolerante.

Los cinco opositores protegidos por las autoridades de la Embajada de Argentina en Caracas hace más de un año han implantado la creencia entre los venezolanos opositores de un supuesto escape de la dictadura de Maduro y de tener carta blanca para hacer y actuar a su antojo. Sin embargo, lo cierto es que Venezuela ha buscado que las observaciones diplomáticas de su gobierno sean escuchadas en lo que considera una extralimitación en las relaciones bilaterales, esperando que estas sean de buena fe entre ambos países.

Bajo esas condiciones, este grupito de venezolanos apátridas, tratando casi siempre de situar e imponer sus puntos de vista bajo posiciones de odio y violencia como sus únicos argumentos válidos, no aceptan, ni de palabra, los contrastes ni los criterios contrarios. Muchos de ellos se declaran abiertamente promotores de agresiones contra la vida de venezolanos chavistas, al balearlos, herirlos o colocarles artefactos explosivos C-4. Por ejemplo, recordemos el atentado terrorista contra el fiscal venezolano Danilo Anderson, cuyo plan fue ejecutado el 18 de noviembre de 2004 por el exagente de la policía de inteligencia venezolana José Antonio Guevara. Este recibió 600 mil dólares en un banco de Weston, al sur de la Florida, monto que compartió con su hermano Rolando Guevara, cómplice y también exagente de la policía de inteligencia venezolana. Ambos residen en Miami desde 2001, bajo la protección del FBI.

En EE. UU., los cinco recién escapados de la justicia venezolana fueron recibidos como héroes. ¡Qué desagradable experiencia para abofetear el derecho internacional!

Para Estados Unidos siempre ha sido posible fabricar este tipo de incidentes para tratar de demostrar sin pruebas que Venezuela irrespeta el derecho de asilo y los derechos humanos, pero todo se sabe. El país norteamericano lo que desea es satisfacer sus pretensiones de dominación con relación a la nación venezolana.

La oposición contrarrevolucionaria ha estado ansiosa en todo momento de algún triunfo sobre Venezuela. Siempre ha rechazado los diversos medios pacíficos de arreglo de conflictos nacionales, es decir, los que no recurren a la violencia o al uso del terrorismo. A esta agrupación política se le hace muy difícil zanjar los conflictos políticos con sus contrarios por la vía pacífica. Su dependencia de Washington es tal que si no obtiene grandes ventajas en una negociación, no hay acuerdos. Para ellos, la conciliación, el arbitraje, el arreglo judicial, el recurso en el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y otros medios de regulación pacífica son una pérdida de tiempo. Los más obstinados de la oposición repiten "no" sin cesar a todo lo que viene de los logros del gobierno del presidente Nicolás Maduro, quien es respaldado por la gran mayoría del pueblo venezolano. Dicen "no" a las resoluciones emanadas del Consejo Nacional Electoral que no los favorece…

Con todo esto, a la oposición le ha sido muy fácil pretender golpear a Venezuela. Además, no es tan forzoso decir que el actual secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, y sus aliados de la ultraderecha en Venezuela y en el exterior, necesitan justificar ante el presidente Donald Trump sus acciones con tal de que no les deje de financiar cientos de millones de dólares para desestabilizar al gobierno del presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, sin medir que esas finanzas se sospechen del narcotráfico. Esto no sorprende a nadie: los personajillos de la oposición que se agrupan en mafias lo han hecho para elevar sus ingresos.

A la oposición ultraderechista pitiyanqui le ha resultado muy cuesta arriba salirse con la suya. Nuestro sistema de inteligencia y contrainteligencia de la Fuerza Armada Nacional le ha dado golpes muy fuertes que le dificulta mantener el negocio a flote con Washington, antes que todo se vaya por el precipicio de la quiebra. Así es la debilidad de la oposición, sin secretos.

 

J. J. Álvarez


Noticias Relacionadas