A favor o en contra | Kueka, arte y memoria

05/05/2025.- "La comunidad sostiene el territorio y las abuelas sostienen la comunidad" es una de las frases amorosas que le dan fuerza a la exposición fotográfica "Kueka: guardianes de la memoria ancestral", que se puede apreciar en la Galería de Arte Nacional, en Bellas Artes, como un reflejo de la resistencia del pueblo pemón, que tanto luchó por la repatriación de su sagrada abuela Kueka, desde 1998, cuando el escultor Wolfgang von Schwarzenfeld se la llevó en barco a Alemania para intervenirla e integrarla a su instalación artística "Global Stone Project", en el parque metropolitano Tiergarten.

Se trata de una exposición de las mejores fotografías de Joel Ochoa, Marcos Rubén García, Arnaldo Milano y María de los Ángeles Peña. Esta última también se dedicó en pleno a su ópera prima Kueka, memoria ancestral, que ya queremos que se estrene pronto.

Mientras, vale la pena visitar la GAN para adentrarse en la historia de la piedra Kueka y reflexionar acerca de lo que los propios artistas se preguntan: "¿Y tú qué harías si en nombre del arte secuestran a tu abuela?".

Y es que fueron tantos años de batalla legal, desde 2012, para que nos devolvieran a la abuela Kueka, que recuerdo la algarabía que causó para el pueblo pemón (y para Venezuela toda) su vuelta triunfal ese 16 de abril de 2020 al Parque Nacional Canaima, su hogar, de donde nunca debió salir.

Los pemones aseguraron para ese entonces que el retorno de este símbolo sagrado concedería el equilibrio ambiental, la energía ecológica, el espíritu protector y la prosperidad a su comunidad.

Fueron 22 años los que se esperaron para que fuera devuelta, pues no se trataba de una simple roca de jaspe de 30 toneladas, en forma de ballena, ni tampoco de un capricho gubernamental el de traérsela, sino de un mito, una historia de amor entre la abuela y el abuelo Kueka, venerados por la comunidad indígena pemón de Santa Cruz de Mapaurí, en la reserva natural de la Gran Sabana, en el estado Bolívar.

Es toda una historia de amor de los abuelos Kueka, que nunca debieron separarse, como dice la leyenda, pero volvieron a estar juntos desde hace cinco años y, esta vez, para siempre.

Es importante entonces reconocer nuestra identidad cultural, nuestras raíces, nuestro patrimonio, y esta exposición celebra eso: nuestra riqueza cultural y nuestra memoria colectiva. Vayan, conéctense y disfrútenla de martes a domingo, desde las 10:00 de la mañana hasta las 2:00 de la tarde. No se arrepentirán.

 

Rocío Cazal


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