Pluma acústica | El latin soul: el lado romántico del boogaloo

01/05/2025.- En capítulos anteriores de Pluma Acústica estuvimos analizando la historia del boogaloo, esta está estrechamente ligada a la del latin soul. Bien podemos decir que son dos vertientes paralelas del mismo río, la fusión de ritmos y géneros afrocaribeños con música afroamericana. Ambos estilos se diferencian entre sí en que el primero fue una expresión más bailable que el segundo, el cual se caracterizaba por manejar un tempo más lento y melodías melancólicas, con letras dedicadas al romance y a la conciencia social, donde fue más notoria la influencia del soul que en el propio boogaloo.

Aunque muy a menudo se pueden confundir porque comparten una base común de influencias, el boogaloo es una subcategoría específica del latin soul y no al revés como se podría pensar. El latin soul abarca una gama más extensa de expresiones, incorporando al sonido clásico del soul, elementos del jazz latino de manera más prominente, así como del bolero, el góspel, el funk y el doo woop; con arreglos más elaborados y armonías sofisticadas donde la improvisación jazzística tiene, en algunos casos, un papel más protagónico. Sus letras son cantadas en inglés.

La diferencia más relevante entre ambos estilos radica en su enfoque principal. El boogaloo es una música bailable, con un ritmo enérgico y contagioso y una estructura simple diseñada para mover el esqueleto. En sus orígenes, uno de sus atractivos fue esa capacidad que tuvo para integrar a jóvenes de diferentes orígenes en las pistas de baile, en una época marcada por segregaciones sociales, sobre todo en los Estados Unidos. Por su parte, el latin soul, aunque también puede ser bailable, posee un abanico emocional más amplio y una mayor inclinación a la experimentación de texturas sonoras más complejas.

El bolero del boogaloo

Recuerdo la vez que les hice escuchar a unos amigos, poco dados a la música latina, un disco recopilatorio de canciones de latin soul, llamado The Swetter Side of Latin Soul. Ellos me preguntaron: “¿Eso es salsa en inglés?” Les respondí: “Eso es latin soul y se acerca más al bolero y al soul; lo que sí puede estar cercano a llamarse una salsa en inglés es el boogaloo. Esos dos estilos musicales son hermanos, nacidos en Nueva York, con ascendencia de ritmos latinos. El bolero es a la salsa lo que el latin soul al boogaloo”. No lo había podido explicar mejor en una sola frase, sin proponérmelo.

En sus orígenes en la Gran Manzana, a mediados de la década de 1960, muchas de las agrupaciones y solistas que tocaban boogaloo también tocaban música propiamente afrocubana. El estilo de tocar de estas bandas era muy enérgico y cada cierto número de temas tocaban uno más suave, esto con un doble propósito, el descanso de la propia orquesta y permitir la interacción más íntima de los bailadores presentes. Es decir: “pa'pulir la hebilla”. Esta ecuación no era nueva en las orquestas que tocaban música latina, las cuales tocaban boleros con el mismo fin. Lo que sí resultó una novedad fue la aparición de ese “tipo de bolero en inglés” durante esos shows y en los propios discos.

Exponentes más emblemáticos del latin soul

Cuando hablamos de latin soul tenemos que referirnos tanto a grandes músicos consagrados como a otros que a pesar de su genialidad pasaron casi desapercibidos. Entre los más importantes y/o famosos destacan Mongo Santamaría, Ray Barreto, Jimmy Sabater, Joe Cuba, Eddie Palmieri, La Lupe y Tito Puente. Sin embargo, hablar de latin soul es hablar de Joe Bataan, el “Rey del Latin Soul”. Su música fusionaba ritmos latinos con la profundidad emocional y la cadencia del soul, explorando temas de amor, desilusión y conciencia social. Sus letras son crónicas poéticas de lo que acontecía en los barrios latinos y afroamericanos de Nueva York.

Antes mencionamos a los personajes probablemente más afamados; no obstante, es bueno conocer la obra de otros artistas que no contaron con la maquinaria mediática para difundir sus trabajos o que simplemente se dedicaron más a la realización de conciertos. Otros fueron los casos en los que los proyectos naufragaron luego de pegar uno o dos temas.

Algunos músicos y/o agrupaciones pertenecientes a este último lote son Willie Bobo, Ralfi Pagan, “Pucho” Brown & The Latin Soul Brothers, TNT Band, Harvey Averne, The Brooklyn Sound, Dax Pacem, Paul Ortiz, The New Generation, Frankie Nieves, The Latin Kings, entre una larga lista.

El latin soul tuvo un auge corto al igual que su hermano el boogaloo y, pese a que en la actualidad este último está recobrando vigencia y adeptos, no sucede lo mismo con el latin soul. Esta música tenía la intención de no ser solo bailable, sino también de evocar sentimientos y contar historias con la sensibilidad propia del soul. Su objetivo era conectar con el público a un nivel más profundo, transmitiendo tanto la alegría rítmica como la melancolía del alma.

Kike Gavilán

 

 

 

 

 

 

 


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