Psicosoma | Abril del Poás

 

                                              "No con una explosión sino con un gemido"

T. S. Elliot

29/04/2025.- Los cerros, montañas y punas me convocan, los pies irrefrenables quieren marchar solos, el cuerpo vuela en sueños imposibles a lo más alto y al bailar, danzar al viento, enroscada, me pierdo en el poema Abril es el más cruel, de Eliot, con una profunda nostalgia y dolor de no ser nada ante lo inminente, desaparecer, ni siquiera es "el final de los tiempos" o el "principio del fin"; no importan ciclos de vidas y muertes con muertes en vidas o zombies y muñecos vudú.

En Lima plana y cuadrada se la puede recorrer a pie o en bicicleta y la mejor época es en verano, otoño o entrando el invierno se sienten alientos en medio de nieblas, pero en la sierra se escala o se va a lomo de bestia. A tres meses de la partida de mi madre la llevo a cada instante en los trajines y hasta en sus obsesiones.

Nunca me preocupó el tiempo como la maldad de los vivos. Papá siempre decía: "Hasta ahora no he visto un muerto resucitar y sí, el que menos pienses te mete una chaira" y por confiada me han pasado las cosas más inenarrables; recuerdo a mi esposo: "Rosa, seguro mató a confianza" y "haz un curso de malicia", cuánto se molestaba al dar dinero a los mendigos o darles comida.

Me conmueven las personas necesitadas y casi nunca las evito y más si tocan la puerta por un plato de sopa, café o pan... demasiada miseria o, mejor dicho, la brecha se hizo infranqueable entre quienes se alimentan y no comen bien y otros viven drogados. Amanecen en las puertas chicos tirados en cartones, unos con frazadas y restos de comida; algunas veces los cuento y reconozco en mis caminatas y no me dan miedo, más bien me incomodan las pedidas de bendiciones.

A la muerte la olvidé o viceversa, que tanto pedir a la parca un día apareció para abandonarme y cual Sherezade me "invento los días".

Aterrizo en una Costa Rica derechista y neoliberal con un materialismo salvaje de hordas hambrientas de más consumo, una especie de homotragón, atragantón, con un desperdicio de comida, bebida, ropa, dulces, de obesidad galopante y diabetes altísima; de fervor religioso parecido al Perú y conservadurismo.

Muchos creen que al repetir las palabras "pura vida", "todo bien" o amor, o estar positivo, sale el mago genio de la botella y arregla la polarización política, que se hace más candente -nada erótico- con subidas de tono y peleas a puño, amenazas, chismes e inventos, "seguidillas" a punto de ebullición, con un presidente superbocón, Rodrigo Chaves, que se monta todos los miércoles "conferencia de prensa semanal" en tarima a boxear y gana siempre por nocaut al Poder Legislativo, Judicial, que están bien desacreditados, y un "salvador" del pueblo que hace bien su gestión al privatizar casi todo, el ídem de Carlos Andrés Pérez de la Venezuela saudita. El común del pueblo se identifica, apoya a la superestrella Chaves, con 53%. El poder personalista, confrontativo, alegre, altivo, machista es un imán que representa esperanzas en este año electoral para cuadrar candidatos.

Quizás culpabilicen al Presidente por los retumbos del coloso volcán Poás, porque he escuchado comentar que es "castigo de Dios" y realmente el volcán se activó desde diciembre del año pasado y ahora en abril lanzó plumas o fumarolas de cuatro mil metros, cenizas, gases, poniendo en alertas roja y amarilla a los pueblos aledaños, pero la globalización mediática por la muerte del santo padre Francisco, a sus 88 años, barrió el miedo o lo aumentó, porque las misas, repiques de campanas del mundo católico, que tiene 47% de fieles a escala global, hacen que nos recojamos en "retumbos" de congojas, dolores, sufrimientos, muertes, aunque las guerras, asaltos, violaciones, migraciones no cesan como el derecho a la libre expresión. Sonrío pensando en el cielo con la coincidencia de los 88 años de mi madre con el Papa, "primer Papa latinoamericano", amante del fútbol, un jesuita con votos franciscanos de humildad, con visión expansionista de su poder religioso... bien, recuerdo el altar del Señor de los Milagros, el catecismo, la túnica morada, la Primera Comunión con algo extraño en mi boca, una hostia "sangrante" si la mordía y todas las semanas en penitencia, oraciones hasta que un día llegó el primer mordisco de la purificación y se disolvió, "todo se derrumbó".

El volcan Poás me apasiona por su poder destructor y vida de mundo volcánico maravilloso, con animales y bosque enano por las lluvias ácidas que se encuentran en el valle central de Costa Rica, cerca de la capital San José, aproximadamente a una hora. El cantón Poás pertenece a la provincia de Alajuela -ciudad de los mangos- y este coloso está dentro del Parque Nacional Volcán Poás; tiene uno de los cráteres activos más grandes del mundo, con laguna Botos de aguamarina verde celeste de ácido sulfúrico, diámetro de 365 metros, rodeada de bosque nuboso; en 65 km cuadrados el parque abarca al menos cuatro hábitats diferentes. A dos mil 700 km cuenta con géiseres, manantiales termales.

Nos remecen las fuerzas geotérmicas en "Abril es el más cruel", la cría/lilas de la tierra muerta/, mezclando/memoria y deseo/,revolviendo/ raíces opacas con lluvia/ primaveral. T.S.Elliot

 

Rosa Anca

 

 

 

 

 


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