NO PUBLICAR 26 semanas de agresión en contexto

El gobierno de Estados Unidos aumentó su apuesta de tensiones y guerra psicológica contra

Apenas una semana después de que “incautara” un buque petrolero frente a las costas de Venezuela, el presidente de EE.UU., Donald Trump publicó un texto en la red Truth Social, con el que califica al gobierno de Venezuela como una “organización terrorista extranjera”, y en paralelo, ordena bloquear “todos los petroleros autorizados que entran y salen” de las costas de la Nación, “hasta que devuelvan a Estados Unidos todo el petróleo, las tierras y otros activos que nos robaron”.

En un mensaje que, de no provenir de quien lo suscribe, podría parecer hecho por un desquiciado, acusa a Venezuela de robarse activos estadounidenses, como petróleo y tierras, pero también de “terrorismo, narcotráfico y trata de personas”. “Por lo tanto, hoy ordeno un bloqueo total y completo de todos los buques petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela”, añadió.

Para el sociólogo y analista internacional Álvaro Verzi Rangel dijo al medio Question Digital que “la medida representa una escalada significativa en la campaña de presión de Washington contra Venezuela, en su premura por apoderarse de los recursos energéticos del país”. 

Con la excusa del narcotráfico EE.UU. bombardea pequeñas embarcaciones.

Condena

Como respuesta inmediata, el gobierno venezolano emitió un comunicado en el que se informa que el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, sostuvo hoy una conversación telefónica con el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, para alertar sobre la escalada de amenazas contra Venezuela y sus graves implicaciones para la paz regional.

“Calificó estas acciones como parte de una ‘diplomacia de la barbarie ajena a la convivencia internacional’, y reiteró la voluntad de Venezuela de defender una diplomacia digna, el diálogo y la paz”.

En la víspera, el representante permanente de Venezuela ante ONU, embajador Samuel Moncada, reiteró la denuncia sobre la amenaza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de ordenar un bloqueo naval y aéreo a su país si no le entregan el petróleo y las tierras.

Samuel Moncada, embajador de Venezuela en la ONU.

“Con la confesión pública de este acto criminal, el Presidente de los Estados Unidos de América pretende regresar el reloj de la historia 200 años para imponer una colonia en Venezuela. No existe un instrumento jurídico que quede en pie frente a esta monstruosa declaración”, expresó Moncada que además catalogó el anuncio como una “grotesca ofensa violatoria de toda norma civilizacional. Eso es el colonialismo, un crimen de agresión”.

Panorama gringo interno

Varios analistas coinciden en que, a medida que se conocen más detalles de la trama de pedofilia conocida como “los correos de Epstein” y la crisis interna en EE.UU., se agudiza, Venezuela corre más peligro de ser agredida, ya que la costumbre histporica de Washington es distraer a la opinión pública interna, con un evento externo.

El Senador Bernie Sander escribió recientemente: “No. No necesitamos que Trump nos lleve a una guerra ilegal e inconstitucional con Venezuela, para desviar la atención de las crisis que enfrenta nuestro país (...) En EE.UU., los costos de la atención médica se están disparando, al igual que los de vivienda y alimentos”.

Otro congresista, esta vez el demócrata Joaquín Castro, ha calificado la más reciente declaración de Trump sobre Venezuela como un acto de guerra. “Un bloqueo naval es, sin lugar a dudas, un acto de guerra. Una guerra que el Congreso nunca autorizó y que el pueblo estadounidense no quiere”, escribió en su cuenta X.

A esto hay que sumarle las recientes declaraciones de la secretaria general del presidente Donald Trump, Susie Wiles, quien ofreció una serie de evaluaciones inusualmente sinceras y, en ocasiones, poco favorecedoras sobre el presidente.

Dijo, por ejemplo, que Trump “tiene la personalidad de un alcohólico”, a pesar de ser conocido por su abstinencia. Afirmó que Trump gobierna con la idea de que “no hay nada que no pueda hacer. Nada, nada, nada”. “Los alcohólicos de alto rendimiento, o los alcohólicos en general, exageran su personalidad cuando beben”, afirmó. “Así que soy un poco experta en personalidades fuertes”. 

También cargó contra la fiscal general Pam Bondi, al señalar que “falló por completo” en su gestión de los archivos de Epstein”.

Del vicepresidente J. D. Vance, indicó que ha sido un teórico de la conspiración durante una década y sugirió además que su evolución, de crítico de Trump a fiel aliado, fue “en cierto modo política”.

Susie Wiles prendió el ventilador

A eso hay que sumarle las protestas sociales contra las redadas del ICE, el No kings y la encarnizada pelea de Trump contra varios gobernadores de importantes estados de la unión.

No obstante las amenazas, y luego de 36 horas de tensión hacia Venezuela, Trump se presenta ante el parlamento y, como describe la periodista Alejandra Morales Hackett, “terminó describiendo un Estados Unidos que no existe. Otro presidente, habló con el Secretario General de las Naciones Unidas, reunió a todos los Poderes del Estado, y mantuvo conversaciones con sus aliados. No reclamó ningún bien de otro país. En eso se parece a todos sus predecesores”.

Para la periodista, la más reciente amenaza ocurre ya que “El presidente Trump se impacientó porque la promesa de la señora Machado comenzó a parecerse igualito al jugador de pádel de Miami”, y entonces “volvió, asesorado por la estupidez de los cinco cubanos cobardes que lo rodean, a tratar de intimidar a los militares venezolanos”.

Saqueo

Ahora bien, a la escalada militar y la guerra psicológica, hay que sumarle el eje económico. La “incautación” del buque petrolero fue denunciado y repudiado por Caracas como “un robo descarado y un acto de piratería internacional”.

No podemos olvidar que EE.UU., ha empleado las medidas coercitivas unilaterales para apropiarse de activos claves de Venezuela e intentar estrangular sus ingresos petroleros.

Un tribunal de Delaware, autorizó la “venta forzosa” de Citgo, una filial de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) en Estados Unidos, posee 03 grandes refinerías en: Lake Charles (Luisiana), Corpus Christi (Texas) y Lemont (Illinois). En conjunto suman una capacidad gestionar de aproximadamente 807 mil barriles diarios, lo que la ubica entre los cinco mayores refinadores independientes de ese país. 

La venta de CITGO fue un saqueo al país.

Esta venta, denunciada por el gobierno venezolano como un remate coercitivo de un activo estratégico, fue realizada en complicidad con políticos prófugos de la justicia venezolana.

Respaldos

El gobierno de Rusia fue categórico al expresar: “Constatamos una escalada ininterrumpida y deliberada de la tensión en torno la Venezuela, país amigo para nosotros. Especial inquietud provoca el carácter unilateral de las decisiones que crean una amenaza para la navegación marítima internacional”, según un comunicado oficial.

Tras pedir cordura a Washington Moscú asegura: “Reafirmamos nuestra solidaridad con el pueblo venezolano ante las pruebas que está atravesando, así como nuestro apoyo a la línea del Gobierno de Nicolás Maduro, orientada a la defensa de los intereses nacionales y de la soberanía de la patria”.

También el gigante asiático se opone a todas las prácticas de intimidación unilateral, según el portavoz de la cancillería china, Guo Jiakun.

“China apoya la solicitud de Venezuela de celebrar una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”, insistió.

Gobiernos de México, Cuba, Nicaragua, Irán e infinidad de partidos políticos y organizaciones sociales han ofrecido respaldo en la defensa de su legítimo derecho a la paz.


CIUDAD CCS / ERNESTO J. NAVARRO


Noticias Relacionadas