De un mandato de Dios al Corolario Trump
Las ideas que inspiran el intervencionismo gringo
14/12/25.- La historia de Estados Unidos (EEUU) ha estado acompañada por la creencia de que es un pueblo destinado por Dios para dominar a otros.
El asedio militar, que desde hace casi tres meses ha desplegado Washington en el Mar Caribe, frente a las costas venezolanas y en la ruta de entrada a Suramérica, revive esta antigua discusión.
Y es que EEUU, hablamos de su casta dominante, no del pueblo, no ha renunciado, en ningún momento de su historia a las pretensiones de dominar a América Latina y el Caribe. Quizá, por breves períodos, la geopolítica de la Casa Blanca pareciese mirar a otras regiones del mundo, pero solo temporalmente.
La idea de que la clase dirigente de EEUU se cree destinada por la providencia divina para dominar el mundo, no es nueva, pero lo que llama la atención es que esa idea ha inspirado la política exterior de esa nación, y ha definido tres pilares principales: superioridad racial, mandato divino y mercado.
La doctrina Monroe
Año 1823: El entonces presidente de EEUU, James Monroe, dirige un discurso al Congreso que luego será conocido como la Doctrina Monroe. Es en ese momento cuando pronuncia una frase que ha trascendido los tiempos: "América para los americanos".
Monroe, en su arenga al parlamento dejaba claro que cualquier intento de colonización europea en América Latina sería considerado como una manifestación hostil hacia EEUU. Según el Diccionario latinoamericano de seguridad y geopolítica, "desde 1823, la Doctrina Monroe ha sido la pieza central de la política estadounidense hacia América Latina y ha servido para justificar frecuentes intervenciones económicas y militares".
Providencia divina
A la doctrina Monroe, le siguió, en este juegos de artificios divinos, un argumento de carácter religioso, y que apareció por primera vez en el año de 1845, cuando el columnista John O' Sullivan lo incluyó en un artículo titulado 'Anexión', publicado en la revista United States Magazine and Democratic Review, en medio de un debate por la inclusión de Texas en la unión: el destino manifiesto.
Ese destino se expresa como una filosofía estadounidense para explicar la forma que tiene esa nación para entender su lugar en el mundo y la relación con otros pueblos.
El periodista O' Sullivan alertaba que algunas naciones europeas intentaban impedir la anexión de Texas, y que lo hacían para "torcer nuestra política y obstaculizar nuestro poder, limitando nuestra grandeza y bloqueando nuestro destino manifiesto de cubrir el continente señalado por la Providencia para el libre desarrollo de nuestros millones multiplicados cada año".
Ya en el año 2012, la periodista e investigadora argentina Telma Luzzani, en el libro Territorios vigilados, escribe que "el argumento del periodista (O' Sullivan) se basaba en una convicción que llega hasta nuestros días y es la idea de que Dios había elegido, no simplemente a un grupo de hombres y mujeres (anglosajones) racialmente superiores, sino a un pueblo en su conjunto (los EEUU) para llevar a cabo su proyecto divino en este planeta".
Religión y militares
Varios años después de la adopción del destino manifiesto como filosofía geopolítica, un pastor religioso y un marino militar, tendrán una enorme repercusión en esas ya arraigadas ideas de dominación, desarrolladas por la política exterior estadounidense.
En 1885, el líder religioso Josiah Strong publica el libro Nuestro país. Allí, a manera de prédica religiosa, señala que, por mandato divino, los norteamericanos no solo tenían la obligación de expandirse y dominar el mundo sino también hacer buenos negocios.
Además, Strong escribió, que Dios había legado no solo una parte sino todo el continente americano a la raza anglosajona para que se entrenase en la competencia final entre las razas.
Poco después, el estratega militar Alfred Thayer Mahan pone a circular en 1890 el libro Influencia del poder naval en la historia que, como apunta Telma Luzzani, "revolucionó la concepción geoestratégica de su tiempo", al introducir la noción de que "quien domine los mares, dominará el mundo".
A Mahan se le debe el diseño estratégico de las bases militares que Estados Unidos ha diseminado por el mundo entero. Este navegante estaba convencido de que al instalar bases militares se podía conquistar espacio y poder.
Corolario Roosevelt
Cada doctrina estadounidense aplicada a su geopolítica ha debido adaptarse a situaciones no previstas. El más famoso reacomodo histórico es el que se conoce como el Corolario Roosevelt.
En 1902, relata en un artículo para El Telégrafo el historiador ecuatoriano Jorge Núñez Sánchez, los puertos de Venezuela, que era gobernada por Cipriano Castro (1899-1908), fueron bloqueados por barcos de guerra ingleses, alemanes e italianos, en reclamo del pago de una deuda del gobierno con empresarios europeos.
Ese episodio demostró que la consigna "América para los americanos", era más bien "América para los norteamericanos", como se menciona popularmente en la región, ya que Estados Unidos no solo se negó a apoyar a Venezuela sino que justificó la agresión europea al país suramericano.
Con el llamado corolario el presidente Theodore Roosevelt (1901-1909) argumentó que su país se oponía a que potencias extracontinentales tomaran territorios americanos, pero, y aquí vino el reacomodo, respaldaba intervenciones militares para cobrar deudas.
"Un mal proceder brutal o la impotencia que resulta de un quebranto general de las condiciones de la sociedad civilizada, pueden requerir, en último término, la intervención de una nación civilizada en esos países. En el hemisferio occidental, los Estados Unidos no pueden ignorar este deber", dijo el entonces presidente Roosevelt.
Durante el mandato de Roosevelt también fue dada a conocer otra iniciativa con poca popularidad en la región, la tristemente célebre política del gran garrote.
"Diplomacia del dólar"
El presidente William Howard Taft, sucesor de Roosevelt, también tuvo lo suyo. Aplicó, como guía de sus relaciones internacionales, la llamada "diplomacia del dólar".
Una política exterior que estaba dirigida a fomentar y defender los intereses norteamericanos en la región, sustituyendo las balas y el garrote por inversiones económicas. No obstante, Taft tampoco renunció al dominio estadounidense de la región.
"No está lejano el día en que tres banderas de barras y estrellas señalen en tres sitios equidistantes la extensión de nuestro territorio: una en el Polo Norte, otra en el Canal de Panamá y la tercera en el Polo Sur. Todo el hemisferio será nuestro, de hecho como, en virtud de nuestra superioridad racial, ya es nuestro moralmente", dijo Taft citado por Eduardo Galeano en el libro Las venas abiertas de América Latina.
Los 60’s y Kennedy
Entre los años 1961 y 1970, el presidente John F. Kennedy desarrolló la “Alianza para el Progreso”, un programa de ayuda económica, política y social de Estados Unidos para la región.
La Alianza para el Progreso duraría 10 años en los que se invertirían más de 20 mil millones de dólares en ayudas de agencias financieras multilaterales.
La idea base de ese programa de Kennedy "era la de buscar, a través del desarrollo económico, el freno a movimientos revolucionarios y la consolidación de la democracia", indica el sitio EcuRed.
La Doctrina Obama
3 de enero de 2012. Se publica la Doctrina Obama, rubricada por el primer presidente afroamericano de ese país: Barack Hussein Obama.
La analista argentina Telma Luzzani explica en su libro que EEUU se propuso mantener la presencia militar en América Latina mediante "formas innovadoras", como el relacionamiento entre las fuerzas armadas, los ejercicios militares conjuntos y la "presencia de un número reducido de tropas en forma rotativa".
Alberto Quezada, un historiador dominicano, observa que desde principios del siglo veinte y hasta hoy "los pueblos de América y el mundo han tenido que acoger, de manera forzada" todas las imposiciones de EEUU.
Quezada apunta en un artículo de opinión que esa "teorías, doctrinas y conceptos, no han sido más que instrumentos de intromisión en la política interna de los Estados".
Momento histórico
El intelectual venezolano Luis Britto García dijo que el Proyecto para un Nuevo Siglo Americano (Project for the New American Century), un think thank neoconservador, creado a finales de los años 90, y que promovía una política exterior agresiva para mantener ese liderazgo durante todo el siglo XXI, por medio de la promoción del gasto militar y la intervención global para asegurar la hegemonía de EEUU; ha chocado con una realidad incuestionable: "China aparece en el tablero como la primera potencia económica mundial, mientras EEUU vive una crisis económica devastadora".
Refiriéndose a la amenaza militar que Trump hiciese a Caracas en 2018, Britto García dijo a este reportero que "si en Venezuela no están lloviendo bombas, es porque aún contamos con un paraguas diplomático que sostienen China y Rusia, países con poder de veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas".
Corolario Trump
Este viernes 5 de diciembre, la Casa Blanca difundió la Estrategia de Seguridad Nacional. Un documento que ofrece más evidencias acerca de que la expansión de tropas en el Caribe, forma parte de un cambio de prioridades más amplio y a largo plazo, en lugar de una misión de “lucha” contra el narcotráfico.
El corresponsal Marcos Salgado, especialista en temas de América Latina cree que este nuevo documento, al que llama el corolario Trump, formaliza un giro profundo en las prioridades globales de EEUU.
La nueva Estrategia de Seguridad Nacional precisa cuatro aspectos:
- Un reajuste de su presencia militar global para “abordar amenazas urgentes, especialmente las misiones identificadas en esta estrategia, y lejos desde teatros cuya importancia relativa para la seguridad nacional estadounidense ha disminuido en las últimas décadas o años”.
- Supone una “una presencia más adecuada de la Guardia Costera y la Marina para controlar las rutas marítimas.
- Despliegues específicos para asegurar la frontera y supuestamente derrotar a los cárteles.
- Establecer o expandir el acceso en ubicaciones estratégicamente importantes.
Para Marcos Salgado, “que el 25% de toda la fuerza militar de EE.UU., esté hoy por hoy en el Caribe es contra Venezuela ¡Sí!, porque quizás este país sea el escollo más duro a vencer y dueño soberano de las mayores reservas de petróleo del mundo, pero esto es mucho más”.
CIUDAD CCS / ERNESTO J. NAVARRO

