Retina | Gracias a Trump

20/10/2025.- Es inestimable la contribución ideológica que Donald Trump ha hecho al pensamiento de izquierda de la actualidad y del futuro. Su desempeño cotidiano nos ha permitido superar viejos debates entre progresistas y ha esclarecido las posibilidades de pensar en términos realmente liberadores.

Una de esas contribuciones trumpeanas, quizá la más importante, es que la palabra “imperialismo”, que parecía gastada por el extremismo y el tiempo, ha retomado toda su fuerza. Trump eliminó las dudas que sembraban algunos para no admitir que el Gobierno de Estados Unidos era un Gobierno imperialista. Trump ha mostrado que su país ha sido un imperio y que, en este momento, se esfuerza por mantener la preponderancia imperial de su dominio sobre el mundo. Lo hace de manera muy directa. Nadie puede decir que no es evidente.

También importante ha sido la destrucción de la ideología neoliberal que había penetrado el pensamiento económico de la mayoría de las élites del mundo, incluyendo a gran parte de la dirigencia de organizaciones políticas socialdemócratas, progresistas y de izquierda.

Quienes pasamos décadas denunciando que “la mano invisible del mercado”, “el libre mercado” y la “ley de la oferta y la demanda” eran mentiras adornadas para someter a los pueblos a la dominación de las multinacionales, hoy tenemos que agradecer a Donald Trump por su diligente tarea de colocar en el basurero todo esta construcción ideológica. Seguramente que, con razón, descubrió que estas mentiras también habían dañado la economía de Estados Unidos.

Lo mismo ocurre con nuestra visión de la Unión Europea. Hemos pasado muchos años denunciando, teorizando y propagando que esa unión era un apéndice de la maquinaria de dominación de Estados Unidos. Hemos sostenido que la ayuda brindada, al final de la Segunda Guerra Mundial, fue un mecanismo de intervención y una ocupación que se mantiene hasta nuestros días.

Nuestros argumentos apenas si llegaban a alguna parte. Donald Trump demuestra cotidianamente que esa Unión está al servicio del imperialismo norteamericano. Los tiene invadidos y les va a cobrar por esa presencia militar. Les obliga a comprar armas y energía de Estados Unidos, a pesar de las graves consecuencias que pagan los pueblos de Europa.

Junto a este ejercicio de desnudez de la realidad de sumisión política, diplomática y militar de la Unión Europea, también se han desnudado los falsos discursos de supuesta defensa de los conceptos de “democracia” y “derechos humanos”, usados para imponer el dominio imperial en África, Asia y América Latina y el Caribe.

Quizá sea esta desnudez uno de los aportes que más debemos agradecer a la gestión trumpeana. Quienes aspiramos a la liberación de nuestros pueblos debemos entender que son una trampa los modelos de “democracia” y los estándares supuestamente éticos que nos vienen de países que son serviles a los dictámenes y aspiraciones del imperialismo estadounidense.

 

Freddy Fernández

@filoyborde

 

 


Noticias Relacionadas