Xin cháo| Hace 52 años Vietnam le dijo no al Nobel

 

Seré capaz de aceptar el premio sólo cuando

 se respete el Acuerdo de París, se silencien las armas

y se establezca la paz de verdad en Vietnam del Sur.

Lê Đức Thọ.

 

Hace 52 años, la cofradía del llamado Nobel de la Paz intentó lavarse la cara ante el nuevo al mundo, utilizando la figura del negociador vietnamita Lê Đức Thọ, anunciandolo como ganador del fulano galardón, el cual debía compartir con Henry Kissinger, el estratega del gobierno de Richard Nixon, que el 12 de diciembre de 1972, había orquestado un bestial bombardeo, durante 12 días y 12 noches, sobre Hanoi, la capital de la República Democrática de Vietnam, y la ciudad de Hai Phong.

Esa batalla aérea, que fue denominada Điện Biên Phủ en el Cielo, estremeció al pueblo estadounidense y al mundo entero, porque a los 12 días de iniciado el ataque aéreo, Nixon sorprendió al mundo, tras anunciar la suspención de la operación aérea que fue denominada Linerbacker II, ejecutada por 193 aviones estratégicos B-52 y al rededor de 1.077 aviones tácticos, que realizaron 3.920 ataques. Al final de la batalla, 81 aviones de última generación, incluyendo 34 bombarderos estratégicos B-52 y cinco F111, no regresaron a los hangares. Nunca la aviación estadounidense había perdido tantas aparatos aereos en una batalla, sobre todo ante un pequeño país, de milicianos, en su mayoría trabajadores del campo.

Kissinger venía de maquinar un un magno bombardeo sobre Camboya y Laos, con la finalidad de frenar el apoyo de esas naciones indochina que siempre apoyaron las causa vietnamita. Entre 1965 y 1973, llovieron sobre esos dos países indochinos 2.765.941 toneladas de las sofisticadas bombas que produjeron más de 150 mil fallecidos, y que aun siguen activandose bajo tierra, sembrando muerte y miseria entre trabajadores del campo.

Mediante esas operaciones, Nixon y Kissinger, intentaron frenar el avance de tropas e implementos, por lo que se llamó la Ruta Truong Son, o Ruta Ho Chi Minh, por donde transitaban refuerzos para las tropas que combatían en el sur vietnamita. Se trató de una impresionante conexión terrestre de 20 mil kilómetros con unas 20 ramificaciones, a través de de Laos, Camboya y el sur vietnamita.

Medio siglo ha pasado de una pantomima diplomática montada por Estados Unidos, cuando la atención mundial estaba centrada en el sureste asiático, donde se libraba la guerra más larga y cruel de la historia, producto del asalto masivo a un pueblo agricultor, encabezada por la mayor potencia militar del planeta, en alianza con países igualmente poderosos militarmente.

Comienzo del fin

El Centro Internacional de Convenciones de Kléber, ubicado en la iluminada París, fue el escenario escogido el 23 de enero de 1973, por los dueños del mundo para la puesta en escena de un espectáculo, que pretendió dejar constancia que Estados Unidos no había perdido la guerra, “sino que había hecho un acto de justicia para acabar con un conflicto armado que tenía décadas afectando a un país humilde, cuyos habitantes sobrevivían como obreros del campo y la cría de animales”.

Se trataba del Acuerdo de París, montado en un lujoso salón de convenciones parisino, que mostraba un diseño fríamente calculado, donde se procuró una escena sin entrada principal para no destacar a una delegación en particular durante la llegada, de tal manera que el arribo de personalidades fue simultaneo por varios pasillos. Así mismo, la redondez de la mesa evitaba resaltar a un grupo en particular. El protocolo intentó presentar un escenario plano, sin vencedores ni vencidos, a pesar que días antes, el 29 de diciembre de 1972, el presidente de Estados Unidos, acompañado de su consejero de Estado, Henry Kissinger, había anunciado al mundo que las tropas estadounidenses se retirarían de Indochina en 1973, como efectivamente ocurrió, pero nunca Nixon mencionó la palabra derrota. Diferente al caso de Afganistán, cuando EE.UU admitió su fracaso.

A comienzos de diciembre de 1972, Nixon había ordenado a Kissinger, simular ante los vietnamitas interés por las conversaciones en París, pero el servicio de inteligencia vietnamita detectó que el presidente estadounidense estaba preparando la Operación Linebacker II, para desaparecer las ciudades de Hanoi y Hai Phong, con la pretensión de poner de rodillas al pueblo vietnamita, pero 12 días después se produjo el alto al fuego ordenado desde la Casa Blanca ante la inédita debacle de la aviación gringa.

Los gigantescos B-52 debieron retornar a la base Anderson, ubicada en la isla de Guan, en el Pacífico, y los aviones tácticos, a los aeropuertos de Tailandia: Udon, Ubon, Tacli, Korat, Nakhon, Phanom, Namphog, y a los portaaviones Enterprise, América, Ranger, Kitty Hawk, Oriskany, que estuvieron anclados en la Station Yankee del Mar Oriental. Además, la armada gringa tenía bases en Clark y Subic (Filipinas) y Okinawa, Japón.

En el año 1973, de la carcel Hoa Lo (Hanoi), llamada ironicamente por los prisioneros Hanoi Hilton, fueron liberados 700 pilotos y otros militares de la aviación estadounidense.

La reactivación del dialogo aconteció el 23 de enero de 1973, ante cinco delegaciones:

1.- República Democrática Popular de Vietnam, encabezada por Lê Đức Thọ. 2.- Henry Kissinger, como consejero del Departamento de Estado. 3.- Gobierno Provisional Revolucionario de Vietnam del Sur, con su negociadora Nguyễn Thị Bình. 4.- El equipo del ministro de Relaciones Exteriores de la República de Vietnam (pro yanqui), Trần Văn Lâm; 5.- Representación de la embajada de EE. UU en Vietnam del Sur, encabezada por Henry Cabot Lodge.

Los acuerdos fueron rubricados después de prolongadas negociaciones, durante cuatro años y 8 meses, frente a una contraparte que hasta los últimos minutos intentó distraer a la representación de la República Democrática de Vietnam, desde Tailandia y mientras los gringos alistaban sigilosamente el cruel bombardeo de 1972.

El éxito de las mayores conversaciones de paz del siglo XX fue la coordinación armoniosa entre los campos de batalla política, militar, diplomacia entre ofensiva y negociación, según la opinión de Phàm Ngạc, quien fuera director del departamento de organismos internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores norvietnamita, quien reveló que fueron 201 reuniones públicas, 45 privadas con EE.UU, 500 conferencias de prensa y casi un millar de entrevistas y muchas movilizaciones contra la guerra en todo el orbe, sobre todo en Estados Unidos y Francia.

Ángel Bastidas

Consultas:

 - Luu Trong Lan (2004) La Batalla de Dien Bien Phu en el Cielo. Ed.The Gioi.

 - Nuyen Huy Toan (2010) Vietnam, Guerra de Liberación (1945-1975). Ed. The Gioi

 - Tom Wilber/Jerry Lembcke (2024) Prisioneros de Guerra Disidentes. USA.

 - Periódico digital del Partido Comunista de Vietnam (31-01-2023).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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