Cine para Llevar | Separar el arte del artista

Las polémicas de internet generan este debate

 

 

 

01/08/2025.- Somos seres humanos imperfectos. Nadie puede tirar la primera piedra, juzgar resulta un ejercicio suicida, al señalar los defectos ajenos es muy probable que estemos nombrando los nuestros. Ningún mortal está exento de cometer errores leves o graves.

Partiendo de esta idea es por lo menos curioso observar cómo en redes sociales una mayoría cuestiona la vida privada de algunos artistas de diferentes áreas del entretenimiento, simplemente porque se ven envueltos en circunstancias comprometedoras o en polémicas desafortunadas.

La masa digital llena sus perfiles de ofensas e insultos, cuestionando hechos de los que conocen poco o nada, porque, aunque creamos lo contrario, no conocemos a esas personas que por su trabajo se nos hacen tan cercanos. El arte y el artista son dos elementos distintos, aunque se crea que no. Sin embargo, cuando se juzga al artista existe la tendencia de hacer algo similar con su obra.

Acaba de pasar muy recientemente con la actriz venezolana Daniela Alvarado. Si tienes internet sabrás que la polémica que envuelve al actor Jonathan Montenegro y a la madre de su hija, la también actriz Patricia Schwarzgruber, salpicó a la que ha sido durante los últimos veinte años la mejor actriz de su generación.

Más allá del caso particular, ese fenómeno de insultar a los artistas por razones relacionadas con su vida personal o sus opiniones, me parece, además de destructivo y de mal gusto, una muestra de poca inteligencia.

No existe relación entre las opiniones, la vida, la forma de ser de un actor o un artista y su trabajo. Una actriz puede ser una tarada en el mundo real y en el escenario una estrella. Un escritor podría ser un pesado, un sinvergüenza, un pícaro y también el creador de una obra prodigiosa.

Ser artista, en cualquier área, no te regala inmunidad ni te convierte en un sabio. No entiendo las razones de la mayoría para pensar lo contrario. ¿Por qué se les exige integridad y perfección?, ¿por qué si cometen un error o algún desafuero cuesta tanto tener empatía o compasión con estos seres humanos cuya única diferencia con el resto es que trabajan frente a un público?

A los artistas se les fustiga en internet como si fuesen criminales, un comentario chapucero pronunciado por error se convierte en un delito que trae consigo deshonra. Todo se exagera, tanto lo bueno como lo malo, pero mucho más esto último, poco falta para pedir que sean apedreados en plaza pública.

Se olvida muy fácilmente que existe una línea que separa al artista de su obra, esta última siempre será mejor, sencillamente porque los seres humanos somos defectuosos, falibles, el arte no.

Luisa Ugueto Liendo

Instagram: @luisauguetoliendo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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