23/07/25.- El número de muertos en la ciudad de Sweida, al sur de Siria, aumentó a mil 339 en solo 11 días de enfrentamientos.

Según informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, las confrontaciones iniciaron el 13 de julio e involucraron a combatientes drusos, fuerzas de los ministerios de Defensa e Interior del nuevo régimen sirio, así como a tribus beduinas.

El informe documentó graves violaciones de derechos humanos, incluido ejecuciones extrajudiciales, bombardeos y asesinatos de civiles.

La organización alertó del aumento de víctimas mortales porque aún existen desaparecidos y cuerpos sin identificar.

Alto costo humano en ambas partes

De la totalidad de los fallecidos, al menos 657 son originarios de la provincia de Sweida, incluidos 124 civiles, 10 niños y 24 mujeres.

Además, 464 muertos pertenecen a las fuerzas de Defensa y Seguridad sirias, entre ellos 40 integrantes de tribus beduinas y un combatiente de nacionalidad libanesa.

Las fuerzas drusas también asesinaron a tres miembros de tribus beduinas, incluido una mujer y un niño, refiere Al Mayadeen.

Por otro lado, al menos 15 miembros del ejército sirio sucumbieron en ataques aéreos israelíes, junto a tres personas más, entre ellas una fémina y dos individuos no identificados, tras el bombardeo a un edificio del Ministerio de Defensa.

Un periodista perdió la vida durante los combates, mientras 196 personas fueron ejecutadas en el lugar por las fuerzas del régimen, incluidos 30 mujeres y ocho menores en uno de los episodios más sangrientos del conflicto reciente.

Acuerdo frágil y presión internacional

Desde el 21 de julio permanece una calma relativa tras un acuerdo de alto al fuego respaldado por Estados Unidos, aunque reportaron violaciones menores al cese de hostilidades.

Washington  advirtió de mantener a Siria en la lista de países patrocinadores del terrorismo si el régimen incumple el pacto.

El nuevo estallido de violencia revela la fragilidad del proceso de transición sirio, marcado por tensiones sectarias, rivalidades tribales y la presión internacional.

Los recientes ataques israelíes y las ejecuciones sumarias reactivaron el debate sobre la necesidad de una investigación independiente, por crímenes de guerra.

CIUDAD CCS