Ad libitum | La decepción de Lia Touzent
14/06/2025.- Tenía voz y belleza para triunfar, pero nunca lo logró. Lia Touzent sucumbió a la decepción antes de saborear el éxito verdadero. Su niñez transcurrió en Guayana, donde intervino en programas radiales de aficionados, “pero todavía siendo una adolescente me vine para Caracas, tal vez presionada por el carácter de mi mamá. A mí me gustaba cantar y ella no me dejaba, por eso aproveché que un día una paisana viajó a la capital y me invitó”, cuenta Lia, a sus 66 años. Actuó en La Voz de la Patria en un concurso de aficionados y por iniciativa propia buscó al maestro Eduardo Lanz para estudiar canto en su famosa academia. Comenzó clases en 1962 teniendo entre sus compañeros a Miguel Itriago y Pablo Natera. La escuelita de Lanz tenía su propio espacio televisivo en Radio Caracas Televisión, los sábados, en horario vespertino. Allí se presentaban los alumnos más destacados y eran evaluados por el público. Lia, rápidamente, atrajo la atención de la prensa especializada que, a pesar de los elogios, hizo notar en algunos reportajes —para disgusto de la cantante— que su timbre de voz era similar al de Toña La Negra. Sin embargo, Johnny Quiroz, en calidad de productor del sello Sonus, la contrata para grabar un disco en Brasil.
En mayo de 1963 debuta como profesional en el Show de las Doce, al tiempo que los primeros sencillos de su álbum sonaban en las radios de Venezuela y Colombia, donde se interesan en llevarla de gira. De los temas en promoción, el bolero Tú sabes figuraba con posibilidades de ser un hit, pero Quiroz, de manera irresponsable, le entrega la misma pista a Estelita del Llano, quien la interpreta en el film Twist y crimen y se convierte en el gran suceso de la temporada, dejando a la Touzent desarmada sin la canción que pudo haberla llevado al estrellato. Lia se sintió decepcionada y se retiró de la farándula casi por dos años. Hasta que en 1965, discos Velvet la firma como artista exclusiva y graba algunos 45 r.p.m, que, aunque no tuvieron el impacto comercial que se esperaba, le permitieron conseguir buenas actuaciones en locales nocturnos y en televisión. Después desapareció sin dejar rastro, nunca completó la grabación del disco; se la trago la década y hoy casi nadie recuerda su historia.
Luis Ugueto Liendo