Xin chào | El ruidoso cumpleaños de Trump

Trump es el resultado del miedo

 de una sociedad quebrada.

Noam Chomsky

 

 

13/06/2025.- Este sábado 14 de junio debería haber torta y brindis en la Casa Blanca por el cumple de los 79 años del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pero visto el candelero que ilumina a la importante ciudad californiana de Los Ángeles y otras no menos importantes urbes norteamericanas, no pareciera posible el choque de copas en la casa presidencial.

La alzada pueblerina era de esperarse desde hace tiempo en Los Ángeles, porque hace días en varias ciudades del imperio, miles de estadounidenses e inmigrantes han salido a las calles blandiendo carteles y pancartas de protestas ante las arbitrarias medidas, no solamente económicas, del nuevo gobernante neoyorquino, quien además ha marcado distancia de muchos países, incluyendo los europeos, que hasta hace poco lo aplaudían.

En general, la alzada de California estaba en el ambiente, porque el empuje económico de ese gigantesco estado de la costa del Pacífico constituye la principal granja estadounidense, que además cabalga en especial sobre los hombros de una significativa migración, mayoritariamente mexicana, precisamente el conglomerado foráneo más golpeado por los bastones policiales y de la Guardia Nacional.

La década de los años sesenta del siglo pasado aguardó momentos convulsos en la vida política del máximo imperio capitalista, al ritmo del rock and roll, en la voz de grandes figuras como John Lennon, con su Dale un chance a la paz.

Y es que así ha sido la convulsa historia de un país cuyos gobernantes se consideran inspirados por un supuesto destino manifiesto, de tal manera que fueron extendiendo su territorio a fuerza de persecución y exterminio de las comunidades originarias para luego asaltar predios mexicanos como Texas, California, Nevada, Utah y gran parte de Colorado, Nuevo México y Arizona.

Enloquecidos por la avaricia, los gobernantes gringos fueron sumando territorios extranjeros, apertrechados con equipamiento militar de última generación, penetrando tentáculos en territorios con olor a oro negro, desde el Medio Oriente hasta las profundidades del lejano sur, donde se encontraron con rocas difíciles de perforar. La gran sorpresa fue un diminuto país de tan solo 331.690 km², pero habitado por un pueblo que venía de arrodillar al bien armado imperio francés en las alturas de Điện Biên, al noroeste de Vietnam.

El ambiente político de los años sesenta, en lo que EE.UU. llamaba su patio trasero, no le era nada alentador, porque las dictaduras militares y las falsas democracias que habían auspiciado en la Abya yala para apoderarse de las riquezas naturales comenzaron a caer cual piezas de dominó, desde la Patagonia hasta el Río Grande. Destacaba Cuba, donde el dictador proyanqui Fulgencio Batista fue derrotado por la guerrilla de los barbudos, que fue liderada por Fidel Castro, su hermano Raúl, el Che Guevara y Camilo Cienfuegos, y por Celia Sánchez.

Venezuela no era poca cosa, porque el Partido Comunista (PCV), el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y otros grupos de izquierda se habían alzado en armas a comienzos de la década de los años 60 contra el gobierno entreguista y represivo de Rómulo Betancourt, inspirados en los sucesos de La Habana y Vietnam, donde había quedado demostrado que un pueblo unido y armado de conciencia podía vencer a la mayor potencia, como afirmara en su momento Hồ Chí Minh.

La batalla de Woodstock

Durante la década de los sesenta, ante el desalentador panorama internacional, los gobiernos de Lyndon Johnson y Richard Nixon debieron enfrentar numerosos levantamientos estudiantiles en las principales universidades estadounidenses que contaron con el apoyo de grandes figuras defensoras de los derechos humanos como Malcolm X (tiroteado el 21 de febrero de 1965) y Martin Luther King, igualmente asesinado el 4 de abril de 1968. Otra voz que fue silenciada sacó del espectáculo del boxeo profesional al famoso campeón mundial de peso pesado Muhammad Ali, quien fue encarcelado por negarse a combatir en Vietnam. También fueron acosadas policialmente Angela Davis, Jane Fonda y la cantante sudafricana Miriam Makeba, entre otras celebridades del momento.

La carga de ese poder joven se vio magnificada por destacadas figuras rockeras. Además de Lennon, estuvo el canto rebelde de Bob Dylan, Jimi Hendrix, Joe Cocker, Carlos Santana, Janis Joplin, Joan Báez, Johnny Winter y el famoso cantante jamaiquino Bob Marley, asesinado por la CIA, que lo tenía marcado como uno de los principales líderes de las protestas contra la guerra y por la paz.

El mayor impacto mundial del movimiento juvenil de los sesenta contra la política militarista de la Casa Blanca fue el concierto de Woodstock, escenificado en una granja del condado Sullivan, Nueva York, entre el 15 y el 18 de agosto de 1969, con la asistencia aproximada de medio millón de jóvenes, que marcó hito en las históricas protestas de las universidades como respuesta en todo Estados Unidos a las agresiones militares contra los pueblos de la península indochina en el sureste asiático.

Las protestas estudiantiles y de veteranos de guerra fueron creciendo hasta constituirse en una contundente reprimenda a la carrera belicista del gobierno de Lyndon B. Johnson, quien en el año 1969 se vio obligado a renunciar a la candidatura presidencial de cara a la reelección, debido a los reveses sufridos por las tropas estadounidenses, sobre todo durante la Ofensiva del Tet, que lanzó el Frente Nacional de Liberación del Sur de Vietnam (FNL), en enero de 1968, de tal manera que Nixon había quedado con el camino despejado para las siguientes presidenciales. Sin embargo, el nuevo gobierno fue sacudido por una fuerte derrota militar en Hanói, la propia capital vietnamita, en las navidades de 1972, que lo obligó a retirar las tropas estadounidenses del sur de Vietnam. Meses más tarde se produjo el escándalo Watergate, cuando el FBI descubrió a espías del Partido Republicano en la sede del Partido Demócrata, por lo cual Nixon se vio obligado a renunciar como presidente de EE.UU.

La paz no es algo que deseas, es algo que creas,

algo que haces, algo que eres y algo que das.

                                             John Lennon

Ángel Bastidas G.

Fuentes de consulta:

- Pineda Lizarazo, M. (2017). "El movimiento pacifista de Estados Unidos: una reivindicación cultural y política". Colombia: Pontificia Universidad Javeriana.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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