Comentarios noticiables | A 80 años de la victoria del Ejército Rojo
En la Gran Guerra Patria soviética
17/05/2025.- El ejército del nazifascista de Alemania, apoyado por la reacción internacional, invadió la Unión Soviética (URSS) en la madrugada del 22 de junio de 1941. Para entonces, el planeta y, especialmente Europa, no era algo muy distinto de lo que ahora es. El objetivo de la Alemania nazifascista era el aplastamiento del primer Estado socialista del orbe, algo que ya había sido planificado y aprobado por Adolfo Hitler con el visto bueno de Estados Unidos (EE. UU.), Francia e Inglaterra.
Las 41 mil 190 divisiones de la Alemania nazi atravesaron las fronteras de la URSS y penetraron para terminar con el gobierno socialista soviético, en una guerra relámpago. Esa acción traicionera echó por la borda el pacto de no agresión germano-soviético, firmado la noche del 23 al 24 de agosto de 1939, conocido como pacto Vyacheslav Mólotov-Joachim von Ribbentrop, que contaba también con la firma de José Stalin. Ese hecho, que sumaba el factor sorpresa y la superioridad momentánea en soldados y equipos militares, desencadenó las inmensas posibilidades de soberanía e independencia del pueblo soviético. El nazifascismo de Hitler ignoró que se enfrentaría al Ejército Rojo, que estaba equipado y capacitado con soldados con una ética militar y profesional distinta, blindada con una ideología de acero.
Los campos de batalla en casi la totalidad del territorio de la URSS fueron sometidos a 1418 días de combates. La población militar y civil de la URSS ofrendó más de veintisiete millones de vidas en esa heroica defensa. Mientras, los norteamericanos, que a última hora desistieron de su posición de "neutrales" observadores y se plegaron en condición de aliados de la URSS, vieron que la resistencia, la defensiva, la incontenible táctica militar y contraofensiva del Ejército Rojo no se detenía frente a las huestes hitlerianas. EE. UU. tampoco podía esconder el hecho de haber perdido unas 405 mil vidas y los ingleses, otras 373 mil.
Durante la Segunda Guerra Mundial, quedaron registradas heroicidades como ejemplos eminentes para todos los pueblos del mundo:
- La fortaleza de Brest, en junio de 1941, donde cuatro mil soldados soviéticos resistieron el ataque de más de quince mil soldados alemanes. Fue la primera batalla del frente oriental/Gran Guerra Patria, durante la operación Barbarroja, dirigida por Adolfo Hitler.
- Los novecientos días de resistencia victoriosa de Leningrado, del 8 de septiembre de 1941 al 27 de enero de 1944 (dos años, cuatro meses y diecinueve días). Los soviéticos ofrendaron más de un millón de vidas, muchos quemados, pero principalmente por el hambre y el frío.
- El heroísmo de los marinos de Sebastopol acabó con la pretensión del Tercer Reich de apoderarse de Crimea para convertirla en colonia. Los soviéticos lograron imponer un efecto disuasorio a los alemanes en el enfrentamiento de Sebastopol.
- La batalla decisiva de Kursk, en la que tuvieron participación más de 1500 tanques por ambos lados. Fue la lucha que decidió, entre el 5 de julio y el 23 de agosto de 1943, la victoria del Ejército Rojo en ese territorio del mismo nombre. En esta batalla intervinieron cerca de cuatro millones de soldados soviéticos y alemanes.
- La defensa de Moscú, entre el 30 de septiembre de 1941 y el 20 de abril de 1942. Aquí se desmanteló lo planeado por Hitler en su intento de tomar la capital moscovita.
- Por último, la batalla de Stalingrado, que realmente comenzó el 17 de julio de 1942 con una férrea ofensiva alemana hacia el Volga y que finalizó el 2 de febrero de 1943 con la más grande derrota militar sufrida por las huestes de Adolfo Hitler. La misma marcó el comienzo del fin del nazifascismo y dio entrada a la indetenible contraofensiva soviética, que no se detuvo hasta que la bandera de la hoz y el martillo ondeó triunfal en lo alto del Reichstag de Berlín, el 30 de abril de 1945.
Existen muchos libros, documentales, artículos, entrevistas y testimonios diversos que tratan sobre la batalla de Stalingrado, sin duda la más gloriosa e importante de la Segunda Guerra Mundial. Se conocen muchos episodios de los 125 días de combate, calle por calle, casa por casa, escalera por escalera, que se libraron en la ciudad del Volga.
Hoy, a ochenta años del fin de la Gran Guerra Patria, los actuales líderes de los gobiernos de EE. UU., Francia e Inglaterra han tratado de minimizar en vano lo que sucedió en Brest, Leningrado, Sebastopol, Kursk, Moscú, Stalingrado y en Berlín, falseando descaradamente la realidad. Pretenden hacer creer y sostener que quienes ganaron la guerra a la Alemania nazifascista fueron ellos. No aceptan que quienes tomaron Berlín fueron los soviéticos con el Ejército Rojo de la URSS bajo la dirección del mariscal Gueorgui Zhúkov, quien hizo firmar el acta de rendición incondicional a los altos militares representantes del mando alemán el día 9 de mayo de 1945.
La victoria soviética salvó a la humanidad del nazifascismo, con diez países liberados. Así fue posible el surgimiento del socialismo y la lucha por la liberación nacional de todo el mundo. Como balance fundamental de esa epopeya, hoy tenemos la Revolución cubana y la Revolución bolivariana.
J. J. Álvarez